Me entiendo bien con Alberto, pero Podemos no va a llegar a un acuerdo con IU
Pablo Iglesias ha dejado claro a Alberto Garzón que sólo le queda la opción de ‘bajarse los pantalones’.
El líder de Podemos y el de la mengüante Izquierda Unida se han reunido la mañana de este 24 de junio de 2015 para constatar lo que se venía vislumbrando en las últimas semanas: tienen buena sintonía pero «Podemos no va a llegar a un acuerdo electoral con IU», según las palabras del líder de la formación morada.
Ambos dirigentes han comparecido por separado después de ese encuentro informal y han dejado ver posturas diferentes («El único desahucio que Podemos aprueba es el del PP»).
El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno ha sido menos tajante que Iglesias respecto a la posible candidatura conjunta, señalando que pese a que sus partidos comparten «el diagnóstico» de la situación de España, «hay diferencias respecto al cómo resolverlo».
La cita, que se ha celebrado en la sede de Podemos y ha durado cerca de una hora y media, se ha producido en el marco de la ronda de contactos que el partido de Garzón está manteniendo con varias fuerzas políticas.
El líder de Izquierda Unida se ha mostrado más optimista asegurando que «aún queda tiempo para las elecciones generales para alcanzar un acuerdo de unidad popular que dispute el poder a quien nos está recortando en sanidad y educación».
El rechazo de Iglesias, respaldado por la dirección y su núcleo duro, cuenta con un «enorme consenso», en opinión del secretario general, en el conjunto del partido, porque responde a la hoja de ruta aprobada por los militantes en la Asamblea de Vistalegre celebrada el pasado octubre, el congreso fundacional de Podemos (El diputado bocazas de Podemos con pendiente que pide disolver el Ejército y la Policía).
Iglesias y Alberto Garzón han escenificado de todas formas un primer intento de diálogo para construir un proyecto de unidad popular antes de las elecciones generales del próximo otoño.
El secretario general de Podemos y el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno partían de posturas encontradas.
Iglesias y la dirección de su partido rechazan un frente de izquierdas y entienden que la apertura de la organización debe estar relacionada con la sociedad civil. Garzón busca, en cambio, formar un frente contestatario que no casa con el objetivo de «centralidad» de Podemos. En otras palabras: quiere merendarse al PSOE y no le interesa formar antes de tiempo ese ‘Frente Popular’ que quiere el otro.