TRIBUNA DE FÉLIX OVEJERO

Un profesor de la Universidad de Barcelona destapa desde El País a Podemos: «Es un centro de acogida y reciclaje de nacionalistas»

"Para oponerse a quienes quieren acabar con el Estado de bienestar, buscan la compañía de quienes quieren acabar con el Estado"

Un profesor de la Universidad de Barcelona destapa desde El País a Podemos: "Es un centro de acogida y reciclaje de nacionalistas"
Pablo Iglesias.

¿Está Podemos a favor de la independencia de Cataluña, y por ende, de la ruptura de España? Escuchando los sartenazos que se han dirigido en las últimas fechas Artur Mas, candidato convergente y separatista reconvertido, y Pablo Iglesias, líder de la formación morada, se podría pensar que no. Sin embargo, manifestaciones como las que ha hecho el candidato de la coalición el próximo 27S, Lluís Rabell, asegurando que se puede ser independentista y apoyarles, ya hacen dudar.

Precisamente este 17 de septiembre de 2015 escribe una tribuna en el diario El País Félix Ovejero, profesor de la Universidad de Barcelona, donde critica precisamente la adscripción de los de Iglesias y compañía con el nacionalismo en ‘La izquierda que pudo ser‘.

En el texto el autor asegura que «Podemos tenía todos los mimbres (proyecto común, militancia dispuesta y espacio político) para enfrentarse con razones al nacionalismo. Pero se ha convertido en un centro de acogida de proyectos estériles que están vampirizando su proyecto».

El autor sitúa el contexto en la «ausencia de una izquierda explícitamente antinacionalista» en España, que fuera «crítica con un proyecto que asume como principio regulador que un conjunto de personas, por el hecho (falso, por cierto) de participar de ciertos rasgos comunes, pueda privar a otros de la condición de ciudadanos».

Podemos tenía a su disposición principios y argumentos para construir ese partido. Las políticas identitarias han oficiado como sistemas de penalización y de exclusión, en las comunidades autónomas y en el conjunto de España.

[…]

Por dependencias diversas, nuestra izquierda se ha mostrado comprensiva con el tóxico relato nacionalista. Los peajes no han sido pocos y, entre ellos, no es el menor un empacho de remiendos conceptuales, para cuadrar lo incuadrable, que le ha impedido pensar claro. Podemos no tenía ese lastre porque no tenía los gastados tributos

El resultado es desolador:

Lamentablemente, lo recorrido hasta ahora invita a abandonar toda esperanza. Podemos se ha convertido en un centro de acogida y reciclaje de izquierdas nacionalistas. Partidos políticos agonizantes, junto con nacionalistas electoralmente estériles por su cuenta pero dispuestos a parasitar a cualquiera mientras puedan sembrar su mensaje, han vampirizado el proyecto.

Una película que, en versiones menos aceleradas, ya hemos visto y cuyo final conocemos: una izquierda acobardada ante el delirio nacionalista, puramente reactiva, que solo sabe decir que no, a bulto y sin razones, y que oculta su falta de ideas con pirotecnia y efectismos. Basta con ver esa política gestera con los símbolos del Estado.

Un uso patrimonial y arbitrario de las instituciones poco acorde con un ideal republicano tantas veces invocado. Pero eso es casi lo de menos. Lo peor es que para oponerse a quienes quieren acabar con el Estado del bienestar busquen la compañía de quienes quieren acabar -y lo proclaman- con el Estado, su condición de posibilidad.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

Lo más leído