2015 ha llegado. La política entra de lleno en periodo electoral. Primero, las municipales y autonómicas; después, las generales. Y veremos si Cataluña no se mete por medio.
El ajetreo de las urnas se convierte en un verdadero examen para el PP en los Ayuntamientos, en las Comunidades Autónomas y, además, para el propio Mariano Rajoy, que se juega su continuidad en el Gobierno.
Las semanas han ido pasando y las encuestas siguen donde estaban. Esperanza Aguirre es la candidata del Partido Popular que, a día de hoy, ofrece la mayor seguridad para revalidar la mayoría absoluta en la Alcaldía de Madrid.
Es cierto que en las quinielas de posibles cabezas de cartel están Soraya Sáenz de Santamaría o Cristina Cifuentes, entre otros, pero bien es verdad asimismo que sobresale, erre que erre, cada vez que se pregunta a los madrileños, la presidenta regional de los populares.
Y su nombre, pese a haber sonado desde el principio, cada día está más fortalecido en los despachos que se ocupan de estas cosas en Génova 13.
En el cuartel general de los populares, incluso mandatarios muy cercanos a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, abrazan con mayor entusiasmo cada día que pasa la teoría de que «para evitar riesgos» la candidata debe ser Esperanza Aguirre.
La última decisión corresponde a Rajoy. Sin duda. Pero Mariano Rajoy es un político pragmático que fundamenta sobre todo las decisiones electorales en los sondeos. Y por lo visto, en el caso de Madrid, los aires de la opinión pública apuntan siempre en la misma dirección.
Ello sin añadir que el presidente es consciente de que la mera elección de Aguirre como candidata movilizaría a una buena facción de la base decepcionada del PP con sus políticas, aparte de taponar una previsible fuga de votos hacia otras marcas.
Rajoy, señalan fuentes del Partido Popular, no va a arriesgar en Madrid. La capital de España es vital, no sólo para sus siglas, sino también para él, porque es la puerta que abre o cierra La Moncloa.
Por eso en Madrid es donde hay que echar el resto. Más, si cabe, cuando hay un debate tan intenso entre populares, que debe cerrarse si se desea ganar las elecciones.
De hecho, el propio líder del PP tenía decidido hace meses designar candidata a Esperanza Aguirre. Así se lo confesó a su entorno el pasado verano en su refugio gallego. Entre ellos, según cuentan a El Semanal Digital fuentes solventes, a su barón más próximo, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
El incidente de tráfico de Aguirre en el carril bus de la Gran Vía madrileña sin embargo aconsejó esperar antes de dar cualquier nuevo paso al respecto.
Ahora las aguas vuelven a su cauce. Y Mariano Rajoy tiene incluso sobre la mesa la explicita petición de Esperanza Aguirre para ser la candidata. Nada impide ya designarla.
Sólo falta el momento adecuado para que Mariano Rajoy dé las oportunas instrucciones de anunciarlo.
