Podemos pierde impulso tras pifias como la beca black de Errejón y con la exposición mediática de sus líderes y desquiciados planes
Quedan poco más de cuatro meses para las elecciones municipales y autonómicas y antes de que finalice 2015 habrá, con toda probabilidad, elecciones generales en España.
Y con ese horizonte, Mariano Rajoy reune a su ‘guardia de corps‘ más fiable en Toledo, para diseñar la estrategia del PP y en las sedes de todos los partidos políticos se hacen cábalas y se analizan con frenesí las encuestas.
La última, que aporta datos novedosos y esenciales, es la que pública este domingo, 11 de enero de 2015, el diario ‘El País’.
La sorpresa la ha deparado Ciudadanos que, después de obtener dos escaños en las elecciones europeas del pasado mes de mayo, tras llevar más de siete años de trabajo en Cataluña, sube al tablero nacional con un 8% de los votos que podría traducirse en más de dos millones de papeletas. Esto les situaría tres puntos por encima de IU-ICV y de UPyD.
Según el sondeo hecho por Metroscopia, se avecinan cambios de calado en el centro derecha y en el centro izquierda españoles, y PP y PSOE como principales perjudicados del auge de Podemos y de Ciudadanos.
Según revela ‘El País’, tirando de su estudio, el primero de este año crucial, ambas formaciones han tirado hacia abajo a los dos grandes partidos y también a Izquierda Unida y UPyD, provocando un cambio en el mapa electoral.
Albert Rivera anunció recientemente la intención de Ciudadanos concurrir a las próximas elecciones municipales y autonómicas.
El estudio de campo del sondeo de Metroscopia sobre intención de voto se efectuó los días 7 y 8 de enero de 2015, apenas concluidas las vacaciones de Navidad.
Y una de las conclusiones más importantes que sacan los demógrafos es que se ha producido una inflexión en la percepción de los ciudadanos españoles sobre la situación económica. Ha cambiado un poco, para suerte del PP de Mariano Rajoy, el clima social de España porque la gente percibe que las cosas están ‘algo mejor’, aunque es el líder peor valorado de todos.
En el ‘El País’, bajó el titular «El disputado voto de centro» se explica en el blog Metroscopia que los ciudadanos más moderados ideológicamente suman casi el 40 por ciento.
Hasta la fecha, esos ‘moderados‘ han sido claves en todas las contiendas electorales celebradas en España. Si hay una regla electoral que se viene cumpliendo en nuestra democracia es que la formación política que gana en el centro ideológico, siempre gana las elecciones.
Pero a lo largo de 2014 el centro ha comenzado a estar muy concurrido. Los datos del último Clima Social de Metroscopia así lo revelan.
Según Ignacio Urquizu, profesor de Sociologia en la Universidad Complutense de Madrid y miembro del seminario de análisis político de Metroscopia, conforme ha ido avanzado la legislatura, el porcentaje de huérfanos políticos se ha incrementado de forma tremenda.
En verano de 2013 más del 50 por ciento de los españoles no sabía a quien votar, declaraba abstenerse en el futuro o votaría en blanco.
En el caso del centro, esta cifra llegaba al 61 por ciento. Por lo tanto, la orfandad política dentro de este grupo ideológico era significativamente superior al del conjunto de la población.
La orfandad de estos votantes no se derivaba de cómo les viene afectado la crisis. En los datos de Metroscopia no muestran más dificultades económicas para llegar a fin de mes que el conjunto de los españoles.
Tampoco tienen una opinión mucho más crítica que el resto de la ciudadanía sobre la situación económica o la desigualdad. Manifiestan el mismo pesimismo y auguran una España mucho más desigual en porcentajes similares al resto de la población.
En cambio, son mucho más críticos respecto a la situación política del país. Al mismo tiempo que se creaba Podemos, una mayoría de los votantes de centro (el 58 por ciento) pensaba que los partidos políticos eran todos iguales.
Más del 14 por ciento de los apoyos que obtiene el PSOE entre los votantes moderados proceden del Partido Popular. Es decir, hay un transferencia de votos muy significativa dentro del centro del PP al Partido Socialista.
Esto serviría para compensar parte de los ex-votantes socialistas que se van ahora a Podemos, permitiendo mantener al PSOE gran parte de la intención directa de voto que tenía en 2011 en este grupo ideológico.
En definitiva, todavía es pronto para saber cómo afectará la llegada de Ciudadanos a la competición por estos electores.
Pero si hay algo que comienza a estar claro es que el centro es objeto de deseo para un buen número de formaciones políticas. Quizás por ello el sistema de partidos que veamos en 2015 será el más fragmentado de nuestra democracia.
EL PSOE ESTÁ MAS PERDIDO QUE UNA GALLINA EN UN BAILE
La Dirección del PSOE admite que la magnitud que ha alcanzado el fenómeno Podemos (muchos sondeos lo dan ya como primera fuerza política) era algo con lo que no contaban cuando inició su andadura, en julio de 2014, tras el adiós de Alfredo Pérez Rubalcaba y la victoria de Pedro Sánchez en las primarias.
Aunque dirigentes como el secretario de Organización, César Luena, no acaban de creerse que Podemos esté tan alto y el PP y ellos tan bajos en la apreciación ciudadana, y prefieren por eso centrarse en la primera victoria de Sánchez -ha sacado al partido de ostracismo, dicen-, lo cierto es que no pueden sacudirse de encima la sombra de los de Pablo Iglesias.
Y eso les lleva a dar sensación de bandazos en su estrategia. Un ejemplo: el jueves pasado, Sánchez reunió a todo el Grupo Socialista para dirigirles un solemne discurso con motivo del nuevo período de sesiones de las Cortes y allí volvió a ofrecer el «cambio seguro» de los socialistas frente al oportunismo de los de Iglesias:
«Una extrema izquierda disfrazada de oportunismo ideológico ofreciendo un salto en el vacío ideológico y programático».
Pues bien, este 10 de enero de 2015, menos de 48 horas después de pronunciar esas palabras, el líder socialista se mostró en San Sebastián abierto pactar con ellos.
Durante una asamblea con afiliados donostiarras, Sánchez instó a «dejar de hablar» de pactos con el PP y pidió a Iglesias que obligue a «retractarse» al líder de Podemos en Málaga, Juan Torres, quien ha asegurado que no pactaría con el PSOE aunque supusiera «dejar al PP en la Alcaldía de Málaga».
«Que lo haga (retractarse), porque nosotros el compromiso que tenemos es que vamos a liderar gobiernos de cambio seguro desde la izquierda. No os quepa la menor duda, y me gustaría que todos los líderes políticos fueran tan claros como es el PSOE. Y punto y final».