Ha intentado Pedro Arriola con sus últimos sondeos disipar la nube negra instalada sobre la cabeza de los populares, preocupados por los malos augurios de las encuestas publicadas por los medios de comunicación.
La propia Esperanza Aguirre verbalizó esa inquietud el lunes ante sus compañeros del Comité Ejecutivo Nacional y Mariano Rajoy le respondió que, Espejito espejito, su gurú ve al PP como el partido más votado en las municipales, autonómicas y generales.
Ahora bien. ¿Les ha dicho Arriola a los populares lo que quieren oír para que encaren estos cuatro meses con la moral alta o realmente su optimismo es fundado? Le preguntamos al segundo sociólogo con más predicamento en el PP, con el que colabora habitualmente.
Se trata de Narciso Michavila, presidente de GAD3. Y sus estudios coinciden con los de Arriola en lo fundamental: el PP está en clara disposición de ganar porque juega con la ventaja de que sus potenciales votantes no se han ido a ningún lado sino que están ahí, debatiéndose entre quedarse en casa como en las elecciones europeas o volver a votar al PP.
Las cuentas son las siguientes, desgrana Michavila. Los populares tuvieron en las elecciones generales medio millón de los llamados votos prestados: votantes de otras formaciones que apostaron por el cambio. Esos son irrecuperables, o casi, porque hace tiempo que renegaron de Rajoy.
Tiene asimismo 6,5 millones de votantes pata negra, de los que sí o sí se movilizarán tratándose de unas elecciones domésticas como lo son las municipales y autonómicas (en las europeas incluso parte de estos les fallaron porque votaron cuatro millones).
Y tiene, por último, tres millones que a día de hoy se mueven en la abstención y la indefinición.
«Ellos son la clave». Son, según Michavila, la llave que abrirá comunidades y ayuntamientos si el PP da con la tecla para movilizarlos. Por eso el comité de campaña que encabeza Carlos Floriano ya ha tocado a rebato y ha advertido a sus estructuras territoriales de que deberán dejarse la piel.
Ello quiere decir que, en contra de la creencia popular, en esta ocasión una mayor participación beneficiará al PP. Porque la izquierda ya está muy movilizada en las encuestas -y fragmentada-, pero no así el centro derecha.
«Estas elecciones van a depender muchísimo de los candidatos. Nunca el voto fue tan racional», pronostica el consultor. Por eso no cree que vayan a ser las elecciones de Podemos ni de Ciudadanos, especialmente no las municipales. «Una cosa es el prime time y otra las distancias cortas», argumenta.
Y también por eso vaticina que habrá candidatos del PP que mejoren los resultados obtenidos hace cuatro años, al margen de la inevitable caída que asumen los populares respecto a 2011, cuando barrieron. Lo peor para ellos: que ni en la Comunidad de Madrid ni en la Valenciana ve Michavila posible reeditar una mayoría absoluta. Los pactos tras el 24 de mayo van a estar a la orden del día.