A PERRO FLACO...

La escuálida lista electoral de Gómez le coloca entre la espada y la pared

El portazo de Barranco es un mensaje demoledor de la falta de crédito político del líder del PSM. Y ahora toca confeccionar una candidatura que ha vuelto a hacer sonar tambores de guerra

La escuálida lista electoral de Gómez le coloca entre la espada y la pared
Tomás Gómez

La renuncia de Juan Barranco a su acta de diputado regional en Madrid constituye un auténtico portazo en la cara del secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, a falta de apenas ocho plenos para la conclusión de la legislatura. Además, su abandono de la Presidencia del PSM es la certificación de su hartazgo con los modos y maneras políticos de Tomás Gómez, que cada día se encuentra más aislado al frente del partido.

Ya hemos contado aquí cómo los «coroneles» que dirigen las agrupaciones socialistas le han dado la espalda y también es significativo su aislamiento político en el seno de la propia Ejecutiva regional. Tomás Gómez es, de momento, el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, pero su poder real entre sus filas se ciñe exclusivamente a poseer la clave del «botón nuclear» de la composición de las listas. Ni más, ni menos. Y ahí le esperan expectantes y prevenidos los jefes de las agrupaciones.

Las razones son muchas pero destacan dos: esperan que no vuelva a cometer el error de laminar a candidatos que no son de su cuerda, como hizo hace cuatro años, y confían en que opte por el equilibrio. Esta opción es harto compleja porque los puestos a repartir son prácticamente la mitad de los diputados actuales. Todos esperan que no se obtengan más de 20 actas y ahora son 36.

Cuando hay poco que repartir y encima tienes a todo el mundo en contra, es muy complicado que no salten chispas y si estas saltan, sería la crisis definitiva a apenas dos meses de las elecciones. El proceso interno de votaciones y confección de listas se llevará a cabo a lo largo de febrero y se estima que en los 15 primeros días de marzo haya concluido.

Tomás Gómez es consciente de todo esto y de que el portazo de Juan Barranco ha sentado muy mal entre las filas socialistas madrileñas. Es un mensaje demoledor de su falta de crédito político. Ésta y no otra ha sido la razón del rápido movimiento del líder del PSM proponiendo a Pedro Zerolo como presidente del partido. Un ejercicio de táctica política tendente a minimizar el impacto mediático de la renuncia de quien fuera alcalde de Madrid.

Pero las espadas están en todo lo alto internamente. Veremos.

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