Dos tuits de Pedro Sánchez: «El PSOE representa la esperanza de millones de personas. España necesita un cambio, y para ello es necesario un PSOE en pie» @sanchezcastejon; «El PP sabe a viejo. Frente al PP la alternativa de izquierdas es y seguirá siendo el PSOE» @sanchezcastejon
Con estos dos mensajes telegráficos y los ecos de la Conferencia autonómica del fin de semana en Valencia y la firma el lunes del pacto contra el terrorismo yihadista, analizo con diputados autonómicos del PSOE de distintas comunidades autónomas el presente y el futuro del socialismo español.
El asombro, enojo y perplejidad constituyen el estado de ánimo generalizado y todos mis interlocutores, que optan por el anonimato, señalan cuatro problemas no resueltos y que complican el futuro electoral del PSOE.
El socialismo carece de un relato elaborado y creíble ante los problemas del siglo XXI, la estrategia y táctica de comunicación es cambiante y genera desconcierto, la deslealtad de algunos prebostes hacia el secretario general es inaudita en este partido y no es de recibo esgrimir el interés general para justificar adelantos electorales que solo se explican desde la estrategia personal.
Estos interlocutores lamentan que el PSOE haya perdido la capacidad de tener un «relato» propio que explique desde posiciones progresistas qué le pasa a España y cómo resolver los múltiples problemas que agobian a amplias capas de la población. Insisten en que el PSOE siempre ha sido capaz de diagnosticar certeramente los problemas y como vanguardia de progreso siempre tenía propuestas. «Ahora solo somos capaces de ser reactivos. No tenemos un conjunto de propuestas alternativas que alumbren un proyecto de país creíble y de futuro».
Al carecer de lo anterior, estos representantes públicos que prefieren no ser citados lamentan que teniendo como tiene la Secretaría General un equipo de comunicación no precisamente magro, «la percepción que se traslada desde Ferraz sea de frecuente improvisación y contradicciones lo que resta fuerza al mensaje que trata de construir Pedro Sánchez».
Y del secretario general y de la lealtad debida se quejan. Recuerdan que una de las principales señas de identidad del socialismo español ha sido siempre la lealtad hacia quien dirija el partido. Recuerdan que el PSOE salió de su última etapa de gobierno completamente «averiado» y que Pedro Sánchez goza de más legitimidad que ningún otro secretario general en la historia del partido.
Y que los recientes episodios protagonizados por algunas «viejas glorias» constituyen una auténtica «puñalada trapera» a quien merece el mayor apoyo. Porque aunque, reconocen, «Pedro todavía está un poco verde» posee todas las cualidades para ser el líder que necesita el partido para levantar cabeza. Y a esas viejas glorias les recuerdan que lo que «deberían hacer es aconsejarle y aportarle sus experiencias y no tratar de moverle la silla a las primeras de cambio».
Insisten en que «sería un suicidio juzgar a Pedro Sánchez por los resultados que se puedan cosechar en las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo». Aunque puedan no ser unos buenos resultados sería una barbaridad «ejecutar» al secretario general en menos de un año. Y advierten, «de llevarse a cabo la operación que algunos tienen en la cabeza, se firmaría el certificado de defunción del PSOE» en beneficio de la moda poética de Podemos.
Y es que estos interlocutores reiteran que pese a que Podemos avanza a ritmo vivo en las encuestas, también carece de relato propositivo y, aparte de acertar en las denuncias, su discurso es «pura poesía». Y por último señalan a Susana Díaz y advierten de que sus tan ponderadas virtudes de mujer de altura se están viendo cuestionadas por el trampantojo de convocar al pueblo andaluz para consolidar su aventura personal. Creen que «la aventura acabará mal y que la misma constituye un elemento más de desestabilización del partido».
«Entre unas y otros parece que se han propuesto liquidar el PSOE». Reclaman casi despidiéndose de los escaños que ocupan actualmente algo de sentido político. Veremos.
