Albert Rivera activa el fichaje de dirigentes del partido de Rosa Díez para completar sus listas electorales

Ciudadanos lanza una OPA hostil para devorar a UPyD

Para facilitar la integración de personajes relevantes de UPyD, eliminan la obligación de haber militado seis meses para optar a un cargo público

A estas alturas, el 10% de la militancia de Ciudadanos procede ya directamente de UPyD

Es una OPA en toda regla y nada amistosa. Albert Rivera es plenamente consciente del momento ‘dulce’ que atraviesa Ciudadanos, sabe que puede no tener otra oportunidad como la que le brindan las elecciones municipales y autonómicas del próximo 24 de mayo de 2015 y está maniobrando con precisión, ahora que los medios de comunicación le son favorables y todo lo que se  escucha en tertulias y debates televisivos son elogios a su partido.

Es por ello por lo que lanzado una verdadera OPA hostil contra UPyD, con el objetivo no sólo de que quedarse con su espacio electoral, sino también con muchos de sus dirigentes.

Tras haber absorbido a 1.800 militantes de UPyD, este 10 de abril 2015, aceleró el fichaje de cargos políticos de la formación de Rosa Díez.

En otras palabras, tiende un puente de plata para todos los personajes relevantes de UPyD que quieran subirse a su proyecto y navegar en el futuro con Ciudadanos. Y no sólo como pasajeros, sino con responsabilidades.

Para facilitar la integración, ha decidido eliminar la obligación de haber militado seis meses para optar a un cargo público

No es algo inédito, porque ya ocurrió con Javier Nart y Juan Carlos Girauta -que se presentaron a las europeas como independientes sin ser militantes-, o con Begoña Villacís, que optará a la alcaldía de Madrid a pesar de no llevar afiliada ese medio años que exigen los estatutos de Ciudadanos.

El objetivo: completar a toda prisa las listas dándoles empaque a las 13 autonomías y 1.200 municipios en donde habrá elecciones el próximo 24 de mayo.

UPYD SE DESMORONA

En los escasos20 días transcurridos desde las elecciones autonómicas andaluzas, UPyD ha tenido que nombrar gestoras en cuatro comunidades (Andalucía, Asturias, Castilla-León y Galicia, esta última este viernes).

El consejo de dirección ha sufrido la baja de cinco miembros, entre ellos los diputados Irene Lozano y Álvaro Anchuelo y el portavoz en la Asamblea de Madrid Luis de Velasco. Toni Cantó ha presentado su dimisión como diputado y candidato a la presidencia de la Generalitat de Valencia. Un diputado autonómico (Ignacio Prendes, Asturias) ha sido expulsado por negociar con Ciudadanos. Otro (Alberto Reyero, Madrid) ha anunciado su pase al partido de Albert Rivera.

Y se ha expedientado y suspendido cautelarmente de militancia a dos de los cuatro eurodiputados de la formación, Fernando Maura y Enrique Calvet, acusados de no respetar las normas internas.

Cada minuto crece la lista. Han protestado contra la dirección tres concejales de Ávila, el candidato a la alcaldía de Valladolid, dirigentes de Aragón, Galicia, León, Jaén… y la dirección mira ahora con preocupación hacia Baleares.

También ha habido, por supuesto, defensores de Rosa Díez, su equipo y su gestión. El consejo político del partido, por ejemplo, respaldó mayoritariamente su tesis de no acercarse a Ciudadanos y mantener la autonomía del proyecto con vistas a las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

La formación elabora la lista de casos de corrupción que tendrá que abandonar para recuperar fianzas

Las voces de los críticos, sin embargo, se han hecho notar más porque son mayores en número. La situación es tan inestable que hasta Maite Pagaza, jefa del eurogrupo de UPyD, firme apoyo de Díez y nuevo miembro del consejo de dirección, ha dejado todas las opciones abiertas con tal de salvar el proyecto: desde presentar su candidatura en el congreso extraordinario que será convocado tras los comicios, hasta apoyar la de Lozano, que fue anunciada esta semana, o una continuista de la dirección, que podría estar encarnada por la propia Díez o Andrés Herzog, portavoz adjunto.

Mientras las elecciones se acercan, el partido se desangra. No se marchan solo los afiliados, algunos candidatos y cargos públicos. El fracaso andaluz impidió que UPyD recuperara los 125.000 euros que invirtió en la campaña y que ahora no pueda contar con la subvención mensual que le correspondería en el caso de haber tenido un diputado.

En consecuencia, la formación de Díez, que ha hecho bandera de su lucha en el caso Bankia, elabora estos días la lista de casos de corrupción que tendrá que abandonar para recuperar fianzas y ahorrarse el sueldo de abogados y procuradores. Es todo un síntoma de lo que está pasando.

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