Mariano Rajoy quería 'más' y acaba con la sensación de que le han faltado días

El PP cierra la campaña del 24M al alza; Podemos en la inopia y el PSOE y Ciudadanos a la baja

Según algunos sondeos, los de Pablo Iglesias han repuntado un poco al final en perjuicio de los socialistas

Hay una cuestión en la que coinciden los cuatro partidos que van a conseguir mayor representación en comunidades y ayuntamientos en las elecciones de mañana: esta campaña electoral ha sido decisiva tanto por el alto nivel de indecisos como por el impredecible alcance de Podemos y Ciudadanos.

Aunque de puertas para fuera los partidos venden que todo les ha ido fenomenal, lo cierto es que los quince días de mítines y baños de masas han tenido distintos efectos.

La jornada de reflexión llega con el Partido Popular en crecimiento, Podemos en la inopia pero repuntando un poquito a cuenta d elos socialistas merced a los errores de estos  y con el PSOE y Ciudadanos a la baja.

Todo ello, según los ‘intoxicadores’ profesionales de las cuatro formaciones y lo que se filtra a cuentagotas de encuestas internas que nadie ve y nadie enseña.

Explica Juan Fernández Miranda en ‘ABC‘ este 23 de mayo de 2015 que, a priori, la experiencia y la mayor estructura territorial beneficiaba al bipartidismo tradicional, PP y PSOE, muy acostumbrados a afrontar agotadoras campañas como esta.

En el caso de los populares ha sido así, pero los socialistas reconocen que en el tramo final de campaña se ha frenado el desgaste de Podemos.

Los populares han apostado por una permanente presencia de Rajoy -con dos actos la mayoría de los días- y un mensaje con dos ejes principales: la mejora de la economía y la inexistencia de alternativa política solvente.

En el PP tienen la sensación de que la campaña se les ha quedado corta y que la «velocidad de crucero» alcanzada en las últimas semanas se habría intensificado en el caso de prolongarse la campaña. Y sobre todo, coinciden, las previsiones «no tienen nada que ver con lo que estamos notando en la calle».

Hasta el propio Rajoy ha llegado a confesar, en su antepenúltimo mitin el pasado miércoles, que le hacía falta «más» campaña. Le han gustado especialmente los paseos por la calle, donde a pesar de algunos gritos aislados, ha encontrado más complicidad de la que esperaba, lo que ha sorprendido agradablemente a los populares.

El tiempo, creen los populares, ha jugado a su favor. Y además, confían en el «efecto tractor» de los alcaldes en cada municipio, que los ciudadanos ven más -sobre todo en pequeñas localidades- como el vecino que gestiona sus intereses comunes, y no tanto en clave de partido.

«Al coger la papeleta de su alcalde, es muy probable que también cojan la del mismo partido para la correspondiente comunidad», confían, informa Sara Medialdea.

El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, ha aprovechado la campaña para vender el mensaje de que el PSOE es la única opción frente al PP y para fortalecer su liderazgo interno ante una Susana Díaz incapaz de formar gobierno en Andalucía.

En el cuartel general socialista prima el «optimismo contenido» porque en los últimos sondeos no publicados que han trascendido, Podemos repunta. Eso puede ser un problema en Madrid capital si finalmente Manuela Carmena adelanta al candidato socialista a la alcaldía, Antonio Miguel Carmona, y el PSOE queda como tercera fuerza tras PP y «Ahora Madrid».

Puede afectar, incluso, a la gran apuesta de Pedro Sánchez en estas elecciones, el candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, y sus opciones de formar gobierno. Porque, fuera de la capital, el PSOE solo tiene expectativas de mantener Asturias y recuperar Extremadura de la mano de Guillermo Fernández Vara, informa Gabriel Sanz.

El bipartidismo emergente

Enfrente, Podemos y Ciudadanos, el bipartidismo emergente, han sufrido el rigor de la permanente atención mediática a lo largo de estas dos semanas.

En gran medida, por la dificultad de mantener el discurso unívoco de sus carismáticos líderes cuando el número de portavoces se multiplica. En el caso de Ciudadanos, los escándalos en algunas de sus listas electorales y algunas declaraciones de Albert Rivera -principalmente cuando estableció un corte generacional en 1978- han dañado un mensaje que fuera de Cataluña se percibía sin fisuras.

No obstante, oficialmente el partido asegura que esas polémicas son el precio a pagar por haber marcado la agenda política. El vicesecretario general del partido, José Manuel Villegas, cree que «es la situación ideal».

«No percibimos desgaste, y esta campaña ha servido para darnos a conocer como un proyecto nacional», asegura. El discurso de los dirigentes del partido va incluso más allá, y pese a las voces que señalan a un estancamiento durante los últimos días, no quieren «dar por bueno los resultados de las encuestas» porque aspiran a movilizar a los indecisos.

La formación le concede además a esta campaña un valor especial por el hecho de haber podido visibilizar a sus candidatos para construir una imagen que permita que el partido sea identificable más allá de la figura de Albert Rivera. Esperan además que los resultados del domingo consoliden ese crecimiento, con presencia en todos los parlamentos que celebran elecciones.

«Es un escenario que hace dos meses no podíamos ni soñar», informa Víctor Ruiz de Almirón.

El cansancio de Iglesias

En contraposición a la frenética actividad de Rajoy, Sánchez y Rivera, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, necesitó descansos en campaña. Fue su estrategia para soportar el desgaste de la permanente exposición pública, como él mismo reconoció.

Estrategias aparte, Podemos pone punto y final a una campaña que considera la «primera vuelta» de las elecciones generales y que ha llevado a su líder nacional a recorrer hasta diez ciudades en busca de los indecisos, esos con los que el partido pretende recuperar el apoyo perdido que le auguraba el último barómetro del CIS y bajo cuya sombra iniciaba su periplo electoral.

El partido ha acusado el desgaste y ha sufrido su crisis interna más grave hasta el momento con la marcha de su número tres, Juan Carlos Monedero.

Además, ha tenido que explicar a las bases el giro moderado de los últimos meses. Iglesias puso todas sus esperanzas en estos quince días, en los que esperaba convencer a quienes deciden su voto en campaña volviendo a las plazas. Iglesias ha repetido que a Podemos le «sientan bien las campañas», y fuentes del partido aseguran que se les ha hecho corta.

De hecho, creen que se «han ido creciendo» y prueba de ello es la candidata de Ahora Madrid para la alcaldía de la capital, Manuela Carmena, cuya popularidad ha ido aumentando conforme se han sucedido los mítines electorales.

La campaña le ha dado más popularidad, aunque la estrategia no ha funcionado de igual modo para todos los candidatos de Podemos. Más allá de los rostros populares del partido, la mayoría de los cabeza de lista que el partido emergente presenta a las regionales eran poco conocidos antes de que salieran a las calles, informa Miriam Ruiz Castro.

Concluida ya la campaña, hoy se celebra la jornada de reflexión para decidir a quién votar en las elecciones más imprevisibles de los últimos años.

El domingo a media noche se conocerá el alcance real de Ciudadanos y Podemos y se verá a quién ha votado el alto porcentaje de indecisos que pueblan las encuestas.

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