Y también cayó Vitoria. A escasas horas de la constitución de los ayuntamientos, el PP se llevó otro mazazo con el pacto entre el PNV y Bildu para arrebatar a los populares su único bastión vasco tras 16 años.
Fin de ciclo para Javier Maroto y para otros muchos alcaldes del PP desalojados de sus ayuntamientos por el 24-M y los pactos posteriores. Algunos muy veteranos, como Rita Barberá.
La imagen de la que durante los últimos 24 años ha sido la alcaldesa de Valencia despidiéndose de los trabajadores de la casa se sucederá en los próximos días por toda España. Ella no ha querido siquiera esperar a entregar el bastón de mando a Joan Ribó, de Compromís.
Barberá seguirá ligada a la política como presidenta del Grupo Popular en las Cortes valencianas. Su futuro está claro, no como el de Teófila Martínez, que tras cinco mayorías absolutas y dos décadas se retira -la retiran- de la Alcaldía de Cádiz por culpa de Podemos y el PSOE.
Sin salir de Andalucía el popular Pedro Rodríguez González hace las maletas después, también, de 20 años al frente del Ayuntamiento de Huelva. La suya, a diferencia de las que encabezaban Maroto, Barberá y Martínez, no fue la lista más votada. Lo fue la del PSOE.
Los hay que han tenido que salir por la puerta de atrás, especialmente Javier León de la Riva. Alcalde de Valladolid desde 1995, después de perder la mayoría absoluta y verse relegado a la oposición por un «pacto de perdedores» -en sus palabras- le llegó el gran mazazo.
Una juez le condenó a la inhabilitación para el ejercicio de cualquier cargo público durante 13 meses por un delito de desobediencia en el cumplimiento de una sentencia judicial. Ni ha podido ejercer como alcalde en funciones hasta entregar el bastón ni ha podido recoger su acta de concejal.
Por la puerta de atrás se ha marchado también Pilar Barreiro del Ayuntamiento de Cartagena, segundo en importancia de la Región de Murcia, después de 20 años y habiendo perdido el 24-M la mitad de los votos. Días después del palo, y salpicada por las operaciones Novo Carthago y Púnica, Barreiro se quitó de en medio para propiciar un pacto entre el PP y Ciudadanos que con ella habría sido imposible alcanzar.
En Zamora ya no es sólo que el PP haya perdido la Alcaldía que ostentaba Rosa Valdeón desde hacía ocho años, sino que es la única de una capital de provincia que va a parar a manos de IU, las de Francisco Guarido. Valdeón ha seguido ejerciendo estas semanas como alcaldesa en funciones, pero no fue ella la candidata en las últimas elecciones sino Clara San Damián.
No sólo el PP se ha dejado escapar ayuntamientos que ha gobernado durante dos, tres, cuatro y hasta cinco mandatos, con el de Madrid como epicentro de la pérdida de su poder municipal. Al PSOE le ha pasado en Zaragoza después de doce años de Juan Alberto Belloch al Ayuntamiento. Que ahora se marcha a la Audiencia Provincial, para lo que ha tenido que darse de baja de su partido.
A UPN le ha costado un buen disgusto Pamplona, que Yolanda Barcina gobernó 12 años y Enrique Maya otros cuatro. Y a CiU Barcelona, con Xavier Trías el breve, que ha durado cuatro años. Los mismos que Juan Ignacio Zoido en Sevilla, Ayuntamiento que vuelve a manos del PSOE. Las de Juan Espadas.
Ley de vida, ley D´Hont y ley de pactos postelectorales.
