Los colectivos independentistas catalanes y vascos y de la extrema izquierda tienen un plan

Estrategia de los independentistas en Cataluña y País Vasco: Jaque al Rey, huelga general y fin del ‘régimen del 78’

Estrategia de los independentistas en Cataluña y País Vasco: Jaque al Rey, huelga general y fin del 'régimen del 78'
España, la bandera española, independentismo y separatismo. PD

El Rey vestido de capitán general de la Armada erael recurso gráfico de la portada del ‘ABC‘ este 17 de julio de 2015.

No fue una decisión caprichosa. La Coordinadora 25-S y colectivos afines ya comenzaron el pasado 19 de junio, coincidiendo con el aniversario del reinado de Felipe VI, su campaña para conseguir derribar la Monarquía.

Por eso, en el periódico de Vocento cargan la mano y sacan una imagen en la que la banda con la bandera nacional contrasta con el uniforme blanco de marino y un titular en el que se afirma:

«Independentistas y extrema izquierda urden un plan para derrocar al Rey».

Como escribe Pablo Planas en ‘Crónica Global’, asoma la gaita el fantasma de un golpe de Estado cuya escenificación queda muy lejos de las tramas tejeristas. Es un asalto al poder, al «régimen del 78» por la vía de la inexorabilidad de los tiempos y los cambios.

La información se basa en «fuentes de la seguridad del Estado» y viene firmada por Pablo Muñoz y Javier Pagola. Dice tal cual:

«La extrema izquierda y los independentistas vascos y catalanes -sobre todo estos últimos- están en un proceso de acercamiento para conseguir la ruptura con el régimen democrático surgido en 1978 en España, según fuentes de la seguridad del Estado consultadas por ABC. Estos dos sectores políticos coinciden en el objetivo de romper el Estado para dar paso a un modelo confederal, para lo cual consideran «clave» el fin de la Monarquía, «si es posible con la celebración de un referéndum». A partir del derrocamiento de Felipe VI, «por efecto cadena el resto del régimen del 78 se tambaleará y caería», según el planteamiento de estos grupos».

Siguen:

«El entendimiento entre los colectivos antisistema y los partidos independentistas ha llamado la atención de las fuentes consultadas por ABC, en especial porque se produce cuando el nacionalismo catalán, con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a la cabeza, ha convocado para el día 27 de septiembre unas elecciones autonómicas a las que quiere dar un carácter plebiscitario. Para preparar esa cita, los soberanistas han comunicado a los representantes de la extrema izquierda de ámbito estatal con los que mantienen contactos que ahora «es más necesario que nunca trabajar conjuntamente»».

Más:

«Algunos de los principales dirigentes de los colectivos de extrema izquierda consideran, por su parte, que estamos en un momento histórico «muy interesante» para sus objetivos y consideran que en la actualidad hay un «caldo de cultivo» «más favorable que nunca» para conseguir acabar con el «régimen del 78».

Así lo han transmitido a sus bases, ante las que argumentan que el desgaste de la derecha, la supuesta mayoría de la izquierda que se percibe en la sociedad y la pérdida de imagen de la Monarquía juegan a su favor.

Reconocen, no obstante, que dentro de la izquierda aún hay «un amplio sector españolista». Sin embargo, están convencidos de que si ese sector «continúa apoyándose en proyectos que apuestan por la vía de la ruptura con el régimen de 1978, como puede ser el de Podemos», se puede llegar a su objetivo de configurar un nuevo modelo de Estado de tipo confederal».

Y el busilis:

«Los movimientos detectados confirman que la estrategia está en marcha. En Cataluña se han mantenido reuniones entre miembros destacados de Amaiur, ERC, la CUP e Iniciativa per Catalunya en las que se han abordado estos asuntos. Estos sectores, según las fuentes consultadas, han constatado «el aumento de la importancia e influencia de los movimientos populares, particularmente en Cataluña». De hecho, la izquierda radical e independentista vasca «está convencida de que será esa comunidad la que primero romperá con el resto de España»».

Cualquier observador avezado lo ve venir, el frente amplio de la disolución, la confluencia de minorías para lograr una mayoría que fuerce una redefinición territorial al socaire del descrédito de las instituciones. Pero, no preocuparse.

A pesar de los perfiles de la «conspiración», el director del Abc está tranquilo y confía en el presidente del Gobierno. Escribe Bieito Rubido: «Mariano Rajoy es el único político que se atreve, una y otra vez, a decirle a Artur Mas que Cataluña no se irá de España y que no existen derechos al margen de la ley. Como en tantas otras ocasiones, menos mal que está Rajoy.

Y eso que los escultores de su contrafigura han logrado crear la matriz de que el actual presidente es un indeciso sin ideas. Nuevamente, ayer, mientras Pedro Sánchez se enredaba en su última ocurrencia espontánea, Rajoy fue el único político español que abordó con total nitidez esta cuestión. «No va a haber independencia de Cataluña, y no la va a haber». Esa es la manera, hablar en ganador y con claridad, porque la lógica y la mayoría están de su parte. También la razón moral».

«Menos mal que está Rajoy», firma Rubido en un arrebato de transparencia ideológica. Y menos mal aún que nos queda Portugal, que es otra forma de vivir en España, pero sin los sofocos de mediados de julio.

En La Razón también van del palo real, pero es que Artur Mas, el disolvente jefe de la trama urdida, será recibido hoy en la Zarzuela por Felipe VI.

Aventuran en el periódico de Planeta que Mas comentará lo de su imputación por el 9-N y presentará al monarca los planes para la república catalana. A la contra, y siempre según La Razón, el Rey no estará de acuerdo con los planteamientos soberanistas.

Es muy propio del Madrid político, por otra parte, que el aspirante a derrocado se reúna con el elefante blanco del momento. Es la gracia de la capital, que sufre un golpe. De calor como mínimo.

Con cierta estridencia abre también El País, que advierte ahora que el apaño entre Mas y ese hombre atribulado que responde al patronímico de Oriol tiene el gato encerrado de lo que El Periódico definía como «independencia exprés», un atajo o drecera en vernáculo que han encontrado para saltarse las barreras a la torera y ponerse el mundo y al TC por montera.

Maiol Roger arranca la crónica de portada bajo el título «El pacto Mas-Junqueras incluye medidas para burlar al Estado». Pues claro, de eso se trata. Mejor lo cuenta Roger:

«El acuerdo entre Convergència y ERC para proclamar la independencia de Cataluña si gana su lista secesionista el 27-S prevé una serie de medidas para garantizar esa separación y burlar la reacción del Estado. Los negociadores son discretos en la fórmula, pero se adelanta que la iniciativa más efectiva sería romper con el Tribunal Constitucional para no tener que someterse a los vetos o decisiones que este organismo pudiera emitir en el caso de una eventual declaración de independencia.

«Procuramos colarle goles al Estado», reconoció ayer en una entrevista el líder de ERC, Oriol Junqueras».

Sigue:

«El Consejo Asesor para la Transición Nacional -creado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para redactar los informes preparatorios para la separación- contempla la redacción de una Constitución provisional catalana. Esta ampararía la creación de una Hacienda con su propia recaudación de impuestos y además daría cobertura al resto de instituciones e infraestructuras necesarias para un Estado soberano».

Castillos en el aire, constituciones de la señorita Pepis y Junqueras, que tiene una gracia hablando de meter goles que no se puede aguantar. La pera.

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