Pillan al senador podemita de 'tarjeta black' en otro renuncio

La farsa de la renuncia a su sueldo del senador de Podemos Ramón Espinar

Podemos y él mismo llevan días presumiendo de su gesto de austeridad y dando lecciones

La renuncia al sueldazo tiene trampa: no ha sido voluntaria sino obligada

Tomó posesión de su escaño en el Senado hace una semana y el podemita Ramón Espinar, que es a su vez diputado en la Asamblea de Madrid, ha caído en el primer renuncio. Él y su partido (Julio 2015: PP y PSOE suben en votos, Ciudadanos crece y Podemos sigue bajando).

Los de Pablo Iglesias emitieron el jueves pasado un comunicado en el que anunciaba a bombo y platillo que Espinar había renunciado a su sueldo de senador. En consonancia, decían, con la -supuesta- limitación de salarios que Podemos impone a sus cargos públicos: tres veces el salario mínimo interprofesional (García-Margallo: «En la Unión Europea preocupa más Podemos que Cataluña»).

Es más. En los días siguientes el propio Espinar se paseó por las televisiones, de las que es un habitual, presumiendo de tal gesto de austeridad y de haber renunciado también a prebendas como el seguro de vida de la Cámara Alta o el bonotaxi (El sondeo de fin de curso de ‘El País’ da un suspenso a Podemos y calabazas a Pablo Iglesias).

Pero lo que no ha contado el senador más joven de España es que su renuncia no es voluntaria sino obligada. Así que tiene trampa (Los tuits que dejan en evidencia a Ramón Espinar: «Somos los hijos de los obreros que nunca pudisteis matar»).

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (la LOREG) establece en su artículo 155.4.b que los senadores designados por las comunidades autónomas, como es el caso de Espinar, «sólo podrán percibir la remuneración que les corresponda como senadores, salvo que opten expresamente por las que hubieran de percibir, en su caso, como parlamentarios autonómicos» (Isabel San Sebastián se harta de las lecciones de Espinar: «Tu padre estaba en Caja Madrid fundiéndose la ‘black’ ¡Córtate un pelo, tío!»).

En otras palabras: el podemita estaba obligado legalmente a elegir entre el sueldo de diputado por la Asamblea de Madrid o el de senador. ¿Con cuál se ha quedado? Con el más cuantioso. Como decía aquel, una cosa es ser de izquierdas y otra muy distinta ser tonto.

Vayamos a las cifras. En la Asamblea de Madrid cobra 14 pagas de 3.503,46 euros brutos como diputado raso (de los que un 20% no tributa porque se consideran gastos de viaje) más el plus que obtenga cuando se constituyan las comisiones y sea designado algo más -que lo será-. Si le hacen portavoz de una comisión, por ejemplo, ingresará otros 846,97 euros, también en 14 pagas (Hermann Tertsch: «Ramón Espinar es ese hombre que hace escraches a todos los corruptos menos en su casa»).

Por contra, en el Senado habría cobrado los 2.813,91 euros brutos en 14 pagas comunes a todos los senadores. Las matemáticas lo dejan bien claro.

Y hay una segunda trampa de Espinar: ha tenido que renunciar a su sueldo en el Senado, sí, pero no a las 12 pagas de 869,09 euros libres de impuestos en concepto de indemnización mensual como senador por la circunscripción de Madrid. A esa indemnización no puede renunciar, explican fuentes del Senado a El Semanal Digital.

No obstante además Ramón Espinar está obligado a comunicar por escrito a la Cámara Alta con qué sueldo se queda, en este caso con el de diputado autonómico. Y de momento no lo ha hecho.

Su caso se suma al de dirigentes de Podemos que como Pablo Iglesias dicen sacrificar parte de su salario como eurodiputado para donárselo a sí mismo a través del programa La Tuerka o que directamente no aclaran a dónde va a parar esa parte que donan. Porque supuestamente todos donan lo que exceda de tres veces el SMI.

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