Razones y lagunas para creer o no la razón de Fernández Díaz al ver a Rato

El ‘montaje veraniego’ del PSOE no hace ni pestañear a un satisfecho Rajoy

La declaración sobre su reunión con Rato provoca en el Congreso el lío generalizado que obliga a Fernández a pedir un poco de seriedad

El ministro del Interior asegura que recibió en el Ministerio a Rodrigo Rato por las amenazas

Ni pestañea. Con la vista puesta en las elecciones generales que probablemente tendrán lugar el 13 de diciembre de 2015 y decidido a ir remontando entre los electores para cosechar los 150 escaños que cómo minimo le hacen falta para renovar en La Moncloa, Mariano Rajoy no se altera por nada.

El presidente del Gobierno ha dado por buenas, por muy buenas para ser exactos, este viernes 14 de agosto, las explicaciones de Jorge Fernández al asegurar que el ministro del Interior ha facilitado las «explicaciones pertinentes» sobre su reunión con el exvicepresidente del Gobierno, Rodrígo Rato, en el Ministerio el pasado 29 de julio de 2015.

En opinión de Rajoy,  el PSOE no pidió la comparecencia para escuchar al titular de Interior, sino para ver si puede pescar algo en río revuelto.

El jefe del Ejecutivo también criticó a los socialistas por presentar una demanda en la Fiscalía antes de escuchar Fernández Díaz y aseguró con ironía que ese documento estaba escrito de una manera «notable»:

«No se puede andar así por la vida».

A propósito de la declaración del ministro, que este 14 de agosto provocó en el Congreso el lío generalizado que obligó a Fernández Díaz a pedir un poco de seriedad, Mayte Alcaraz y Salvador Sostres han hecho al alimón una pieza en ‘ABC‘ en la que detallan lo esencial:

5 razones para creer en el ministro

1. Contradicciones

Aunque el titular de Interior ha dicho que solo habló con Rato de su seguridad, el exvicepresidente le desmintió hace unos días revelando que habían tratado sobre su situación procesal. Esta cuestión extiende una sombra de duda sobre si el ministro reveló ayer todo lo que sucedió en la reunión del 29 de julio.

2. No exponerse

El ministro debería haber delegado un encuentro de estas características en personas especializadas en la protección de un exalto cargo. Alegar «proporcionalidad» por los cargos que Rato desempeñó en el pasado solo dio munición a la oposición para denunciar un trato desigual respecto al resto de ciudadanos.

3. El presidente

Es inexplicable no haber informado previamente al presidente del Gobierno de una visita tan sensible como la de Rato al ministro del Interior. Deja en mal lugar a ambos y ninguno de los partidos de la oposición le da credibilidad.

4. Sin denuncias

A pesar de que el ministro ha explicado que la entrevista con el exbanquero se produjo por las amenazas recibidas en su entorno, no consta que se hayan presentado denuncias al respecto en sede judicial o en comisaria, como sería lógico. Por tanto, esa sensación de inseguridad sería solo subjetiva.

5. La oposición

Es un error descalificar a toda la oposición por haber solicitado más información sobre un encuentro de gran relevancia con un imputado por delitos importantes. Máxime cuando esta polémica surge en un momento preelectoral y con las encuestas reflejando por primera vez un repunte del PP.

5 lagunas de la comparecencia de Fernández Díaz

1. Banalización

Aunque la izquierda no lo entienda, también sus adversarios políticos tienen derechos. Banalizar las amenazas recibidas por la familia Rato es propio de sociedades invertebradas que no asumen el valor sagrado de la vida. Por su notorieda, Rato necesita una protección especial.

2. Discreción

Es obvio que una visita al ministerio deja rastro y si el ministro hubiera querido verse con Rato a escondidas lo habría hecho en un reservado de Zalacaín, como Dios manda. Otra cosa muy distinta es que la investigación de las amenazas tiene que ser discreta y hay que carecer de cualquier empatía para no comprenderlo.

3. Escándalo

Nadie ha podido demostrar que en la reunión se trataran temas indebidos ni que el ministro se comprometiera a beneficiar fraudulentamente a Rato. Por lo demás, sólo en Corea del Norte se discute el derecho de reunión. Incluso desde su superioridad moral, los socialistas se tendrían que preguntarse si les pagamos para inventarse escándalos.

4. Cinismo

Puro cinismo que los representantes de Amaiur y de Convergència apelaran al escrupuloso cumplimiento de la Ley, ellos que sólo planean saltársela. Si yo hubiera sido Jorge Fernández me habría levantado en aquel mismo momento y me habría ido directo a tomar el aperitivo. Las bromas están bien, pero con un Martini.

5. Humanidad

Los políticos son personas y cuando les pedimos que actúen como si vivieran en un plano moral superior les estamos pidiendo que nos decepcionen. Que el ministro reciba a un viejo amigo para tratar sobre su seguridad no sólo no es indigno sino que debería tranquilizar a ciudadanos adultos y libres.

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