Dicen que eran otros tiempos, que la crisis aún no había asomado el cogote del todo, con lo que el despilfarro socialista tenía cierta justificación… para algunos.
El caso es que María Teresa Fernández de la Vega, compró en 2007 y desde luego con cargo a las arcas públicas dos automóviles BMW 760 de máximo blindaje para sus desplazamientos oficiales, y los del otro vicepresidente, Pedro Solbes. Ambos coches costaron al Parque Móvil la friolera de 960.000 euros, a razón de 480.000 euros cada uno.
El modelo cuenta con máximo blindaje y pertenece a la lujosa Serie 7 de la marca alemana, una familia de gama superior a la asignada para trasladar al presidente del Gobierno.
Tal y como dan cuenta Ana I. Sánchez y María cuesta en ‘ABC’, el automóvil fue adquirido sin hacer preguntas.
Igual que Blesa
Según protocolo, el vehículo asignado para desplazar a los vicepresidentes es el Audi A-6, cuyo precio ronda los 300.000 euros incluyendo los gastos de blindaje, mientras que para el presidente del Gobierno se reserva el Audi-A8, de rango superior aunque ambos modelos son ya prácticamente análogos en importe y equipación.
Es difícil de encontrar, por tanto, una coartada que respalde la elección de un modelo tan superior. Se da la circunstancia, además, de que este controvertido automóvil es el mismo que utilizaba Miguel Blesa cuando ocupaba la presidencia de Caja Madrid y que tantas críticas le granjeó una vez se descubrió el agujero en las finanzas de la entidad.
Santamaría lo rechazó por ostentoso
El BMW 760 de De la Vega fue heredado en 2010 por Manuel Chaves después de que la primera saliera del Ejecutivo y el político andaluz se convirtiera en vicepresidente tercero. Previamente se le había ofrecido a Alfredo Pérez Rubalcaba, ya número dos del Gobierno, quien sin embargo lo rechazó al sentirse cómodo con su vehículo oficial.
Así, el vehículo siguió entrando y saliendo de La Moncloa hasta que el Ejecutivo cambió de color y la vicepresidencia cayó en manos de Soraya Sáenz de Santamaría.
«Desde el primer día dijo que era muy ostentoso y encargó que se le trajera del Parque Móvil un automóvil acorde con su rango. No hizo falta comprar ninguno, se le ofreció un Audi A-6 usado, con diez años a sus espaldas y le pareció adecuado»,
comentan funcionarios de Moncloa. En cuanto al BMW Solbes, fue heredado en 2009 por su sustituta en el cargo, Elena Salgado.
El Gobierno de Rajoy no cuenta con más vicepresidentes, así que los lujosos BMW de De la Vega y Solbes forman parte ahora del patrimonio del Parque Móvil y en este recinto pasan aparcados la mayoría de las jornadas. «Se emplean para desplazamientos de los líderes internacionales que vienen a España en visita oficial, pero no desplazan a nadie de este Gobierno», subrayan desde Moncloa.
Las cifras del Parque Móvil
Lo cierto es que el ajuste que ha sufrido el Parque Móvil en la legislatura es incuestionable. Según datos del organismo, desde el año 2012, la flota se ha reducido un 30% (de 921 vehículos a 651), y los conductores un 15% (de 1002 a 852). El último vehículo que se compró fue un Ford Mondeo, en el año 2009 y «casi todos los coches en los que viajan los ministros tienen unos doce años y más de doscientos mil kilómetros», aseguran fuentes del Parque.
Otro dato: el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, utiliza ahora el mismo coche que cuando ocupó esta misma cartera con el Gobierno de José María Aznar.
