Susana Díaz también ha impulsado una importante renovación de nombres en las listas andaluzas
Aunque en menos de un año Pedro Sánchez ha pasado de desconocido diputado raso del PSOE a líder del partido con serias opciones de formar Gobierno mediante pactos tras el 20D, lo cierto es que no deja de sortear dificultades surgidas en el seno de su partido.
La ‘depuración‘ impulsada por el secretario general dentro del partido ha visto su mayor exponente en la confección de la listas para el 20D, en la que la inclusión de figuras como la de la ex de UPyD ha levantado ampollas entre algunos militantes, especialmente sobre aquellos que por este tipo de fichajes se ha visto relegado o directamente fuera de las listas.
Según apunta el diario ABC, esta renovación a fondo de Sánchez va a provocar que de los 110 diputados que tiene actualmente el PSOE en el Congreso, sólo 51 de ellos vuelvan a optar la escaño.
El líder socialista deja así fuera a 59 diputados elegidos en las elecciones de 2011 en las que el candidato principal fue Alfredo Pérez Rubalcaba.
Para llegar a esta cifra también ha sido necesario el concurso de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.
Aunque su relación con Sánchez es tensa desde hace meses y su delegación no ha querido firmar las listas que presentó la dirección nacional, Díaz también ha impulsado una importante renovación de nombres en las listas andaluzas.
«Hay mucha gente destrozada, que no esperaba que le dejarían fuera de la lista», comenta al citado diario una diputada socialista. Otra fuentes apuntan a que esta serie de decisiones han hecho crecer las críticas a Sánchez dentro del partido por «autoritarismo«.
«En todas las provincias hay cambios, pero hay algunas donde la siega de cabezas ha sido especialmente fuerte. No repite ninguno de los diputados que están».
