El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, no ocultó este 12 de noviembre de 2015 su entrega total a Podemos de cara a un pacto de legislatura tras las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.
En su intervención en el foro de El Mundo se dedicó a repartir flores al partido que tildaba de populista, aunque luego se fuese con su líder, Pablo Iglesias, a comer una tortilla a la francesa en un reservado de un hotel madrileño a primeros de junio de 2015.
Esto es lo que dijo Sánchez sobre Podemos:
Ha ido modulando su discurso. Ha ido abandonando esa retórica y las medidas populistas lo que facilita un acercamiento porque ya no pide salir del euro ni dejar de pagar la deuda pública.
Sobre Ciudadanos, se guardó de hacer críticas muy fuertes. Simplemente se limitó a lanzarle a Rivera lo siguiente:
La pregunta que tendrá que responder Rivera es la siguiente: a quién va a apoyar como presidente: a Rajoy o a Pedro Sánchez.
En cuanto a Rajoy, más de lo mismo, aunque en esta ocasión no tuvo la osadía de meter en el mismo saco a Bildu:
Mi compromiso es no pactar con la derecha.
También llamó la atención que Sánchez no tuviera una sola palabra hacia Zapatero, cuya mención parece más que vetada en cualquier acto público del candidato a la Presidencia del Gobierno.
ABRAZADOS AL PSOE
El acto en El Mundo con Pedro Sánchez dejó varias estampas cuando menos curiosas.
Por un lado, el abrazo tierno y cariñoso del director de El Mundo, David Jiménez, con Felipe González, un diario que a principios de los años 90 fue el periódico que día tras día sacaba en primera plana todos los escándalos de corrupción del PSOE.
Tampoco pasó por alto el más que cariñoso abrazo que Lucía Méndez le dio a la nueva incorporación de Pedro Sánchez a su lista electoral, la excomandante Zaida Cantero o la complicidad entre el exdirector Casimiro García-Abadillo con Jordi Sevilla, gurú económico del líder socialista al que, por el bien de este país, le cundan más y mejor las enseñanzas que al expresidente ZP.