«Manuela Carmena en el diván de Maruja Torres» es el título que Planeta ha elegido para este libro de conversaciones entre dos amigas que toman el té delante de un roscón y conversan sobre lo mala que es la derecha en España y las bondades infinitas de la izquierda y los regímenes comunistas que «han mejorado la vida de muchísimas personas».
La idea del diván podría dar lugar a pensar que Carmena se ha confesado desnudando sus pensamientos ante una reflexiva Maruja Torres. Nada más lejos de la realidad. Ese diván es, a decir verdad, una mesa camilla en la que la ex columnista de El País le ha hecho un masaje tailandés de 217 páginas.
Torres está fascinada con Carmena y no lo disimula en todo el libro: «Deberías haber sido muy atractiva de joven…Carmena tiene fe en el trabajo bien hecho… su madre le enseñó a no mentir… es una muestra de cuánto se te quiere… Amén, Manuela, amén…»
La escritora ni ha se ha molestado en preguntarle por su gestión como alcaldesa. No hace falta. Ella misma reconoce que es un libro «empático».
-Tú hablas mucho y bien, Manuela
– Soy una cotorra.
-Pues vamos a hablar más de ti…
-¿Estuviste en Etiopía? ¡Qué maravilla, allí la gente es bellísima!
– ¿No quieres vino? Está buenísimo…
Las preguntas son muy incómodas:
«¿Te maquillas? ¿Vas a la peluquería? ¿Qué libro estás leyendo? ¿Cómo aprendiste informática? ¿Te gusta escuchar la radio? ¿Qué sueles pensar por la mañana cuando te levantas?»
Un libro en honor a Carmena y su feminismo, a mayor gloria de su pasado en el PCE y su izquierdismo del 68, que le vino fenomenal «para dejar de plancharse el pelo». Toma utopía.
PALOS A LA DERECHA
Recordando los años que vivió en Barcelona, la Carmena que durante casi cien páginas nos ha pontificado sobre lo importante que es reivindicar la cultura de la paz, la tolerancia y la convivencia saca las uñas contra la derecha y el nacionalismo… español.
«[Los años en Barcelona] me sirvieron para reflexionar sobre el tema del nacionalismo, que no me gusta, pero que me preocupa más el español que el otro, porque tiene un origen facha y es dominante. Para mí vivir en Barcelona fue una vacuna definitiva. Los abogados laboralistas nos tronchábamos porque decíamos que los de Barcelona siempre iban a la última»
Carmena cuenta que uno de sus libros más preciados –‘superpreciados’ diría ella, a todo le agrega el ‘super’– es una biografía en inglés de Yoko Ono. [Todavía no habían ocurrido los atentados de París al hacerse la entrevista] «La guerra no es un valor femenino». Pacifismo Heidi.
La mejor parte es cuando explica por qué está a favor del aborto y lo relaciona con la penetración en el acto sexual. Manuela Carmena en estado puro:
«Estoy a favor del aborto. Y no está mal que la industria profundice. Verás, yo pienso que el cuerpo de la mujer tendría que disponer de dos botoncitos, dos mecanismos… Uno para el placer y otro para el placer de con hijos. Porque los hijos vienen por placer, también. Pero que fuera algo deliberado porque si no es un barullo. El tema de la penetración clásica limita mucho, los hombres tienen que trabajar aún para asumir la cantidad de placeres que hay sin penetración»
¿Y la masturbación? «Ayuda a al conocimiento de uno mismo…»
¿El clítoris? «Un gran invento…»
¿El orgasmo? «Es terrible la cantidad de mujeres que lo fingen…»
¿Y la violencia de género? (Advertimos que la respuesta puede herir su sensibilidad) «La violencia está siendo utilizada por los hombres contra las mujeres. Digamos que es una especie de rebelión ante la evidente conquista de sectores importantes del poder por las mujeres»