Hoy Albert Rivera es el Capriles de Podemos a manos de un estratega de la intimidación como Monedero
El podemita Juan Carlos Monedero vino a insinuar, llevándose el dedo a la nariz repetidas veces en debate de la revista ‘Mongolia’, que Albert Rivera es consumidor de cocaína. A Monedero le ha parecido «de broma» que Rivera se haya sentido calumniado mientras Rivera ya ha anunciado medidas legales contra el exlíder podemita.
Las tácticas difamatorias venezolanas de Monedero recuerdan los agravios que utilizaba Chávez cuando se lanzaba a degüello contra Bush llamándole «cobarde, asesino, genocida, eres un alcohólico, mister Danger, eres de lo peor».
Menos elegante era cuando ponía la diana en el opositor Hernando Capriles: «Tienes rabo de cochino, orejas de cochino, roncas como un cochino, eres cochino majunche, eres un cochino…» Hoy Albert Rivera es el Capriles de Podemos a manos de un estratega de la intimidación como Monedero.
MONEDERO, EMBAJADOR DE MADURO
Monedero, asesor aúlico y bien pagado del populista bolivariano, es el autor de ese eslogan batasuno de Podemos que reza «el miedo tiene que cambiar de bando». Y miedo es lo que hoy tiene la oposición en Venezuela a la que Maduro intenta amedrentar con ráfagas de ametralladora.
Si de adicciones se trata, la adicción incurable del chavismo de reprimir a tiros a los opositores es para hacérselo mirar. Y tiene su gracia de que las acusaciones cocainómanas vengan de alguien que cobró de un régimen como el bolivariano encharcado en un caso de narcotráfico sin precedentes que salpica directamente a Maduro. —Cazan al ahijado de Maduro con una tonelada de cocaína—
La primera víctima de la campaña ha sido Luis Manuel Díaz, secretario general del partido opositor Acción Democrática en el Estado de Guárico, asesinado por chavistas en Altagracia de Orituco. Díaz era sindicalista, estaba casado y tenía dos hijos.
La evangelización de la violencia en Venezuela tuvo entre sus predicadores a Monedero y Pablo Iglesias, cuya fundación asesoraba al chavismo en materia de escuchas ilegales y cierre de medios de comunicación.
La dirigente de la oposición María Corina Machado sufrió el espionaje del chavismo gracias a las recomendaciones de la fundación podemita. La víctima elegida en esta campaña de cara al 6-D por los chavistas es Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, que ha acusado al Gobierno de Nicolás Maduro de querer matarla.
Tintori se salvó de milagro de que no la mataran junto a Díaz: «La sangre de Luis Manuel me salpicó en tarima, cuando 10 balas criminales le quitaran la vida», relató. Quien sabe si esas balas no llevaban su nombre.
PINZA PP – PODEMOS
Y es llamativo cómo el PP ha mirado hacia otro lado ante los ataques de Monedero a Rivera. No deja de resultar patético que por simple táctica electoral el PP ahora sintonice con Podemos y dé órdenes de atacar a Rivera endureciendo los mensajes contra Ciudadanos.
Su objetivo es fidelizar a su propio electorado y transmitir que el voto a Rivera puede no ir a parar al espacio del centroderecha, según desvela El Mundo.
«Fuentes del partido confirman la existencia de esta nueva narrativa en los discursos del PP, fruto de la decisión del comité de campaña de lanzar una ofensiva contra Ciudadanos. Matizan que no supone un cambio en la estrategia inicial -el enemigo a batir sigue siendo el PSOE-, pero sí una modificación en el tratamiento que daban a Rivera».
Los sorprendentes elogios a Rajoy en las últimas apariciones públicas de Iglesias acompañados de gruesos ataques a Rivera por apoyar a Francia contra el ISIS explican la infamia de Monedero y la insólita pinza electoral de conservadores y podemitas contra Ciudadanos.
No es casual el silencio del PP ante los ataques podemitas que llevan la campaña del 20-D al charco bolivariano ni que Podemos haya defendido en boca de Rafa Mayoral a Monedero sin haber visto el vídeo.