Su sonrisa tiene un rictus amargo que viene de lejos. Pablo Iglesias reniega de España a voz en grito desde hace años, y su patriotismo de ‘boca pequeña’ es tan solo una pose que hace difíciles equilibrios en la cuerda floja de la política mas deleznable, de cara a la galería.
Prueba de ello, otra más, es el vídeo que acaba de ser subido a YouTube, y que se remonta a una conferencia que dio el 19 de septiembre del 2013 en la Universidad de la Coruña, con el lema ‘Comunicación contraxemónica’.
El líder de Podemos afirma que
«la identidad España para la izquierda desde que terminó la Guerra Civil está perdida, no sirve para hacer política, ni en Cataluña, ni en Galicia, ni en el País Vasco y es un agregador que gana la derecha»
Confiesa en plan histriónico que
«yo, cada vez que voy a los medios de comunicación, hago contorsionismos para decir esos patriotas de pulserita roja y gualda que venden la soberanía a Buselas. No puedo decir España, utilizar la bandera. La respuesta es que no hay nada que hacer, perdimos la guerra civil».
Es, al parecer, un «patriota de la democracia». Ni más, ni menos.