Sánchez tiene que aguantar que el susanista Rodríguez Zapatero, el amigo de Maduro, se sacuda sus flirteos con Podemos
¡Cuerpo a tierra que vienen los nuestros! Es el grito de Pedro Sánchez al ver que viejas glorias amortizadas del socialismo como Eduardo Madina y José Luis Rodríguez Zapatero irrumpen en campaña pidiendo el voto socialista con las mismas ideas que defienden en Podemos. Y todo cuando una encuesta de DYM para El Confidencial, la primera que recoge parte del efecto del debate de Atresmedia, le sitúa cuarto por detrás de Podemos.
«El resultado del debate, así como la tendencia repetida en las encuestas, parece haber calado en el electorado y ha convertido a Podemos en el voto últil de la izquierda, ya que IU apenas crece dos décimas de punto con el evidente desgaste del PSOE», afirma El Confidencial. —La semana negra de Pedro Sánchez: Podemos (19,1%) ya es tercero y supera al PSOE (17%)—
Otra de las conclusiones que arroja la encuesta es que Sánchez sufre la sangría por su izquierda y por su derecha mientras que al PP solo le ‘muerde’ significativamente Ciudadanos: un 23,9% de los que tienen decidido votar a Rivera lo hizo en 2011 por Rajoy.
MADINA PIDE LIBERTAD PARA OTEGUI
Y en esas, aparece Madina, que fuera rival de Pedro Sánchez en las primarias de 2014, pidiendo la libertad del encarcelado exdirigente de Batasuna Arnaldo Otegi, que cumple una condena de seis años y medio de cárcel por intentar reconstruir Batasuna bajo la dirección de ETA, según el Tribunal Supremo.
Madina, víctima de un atentado de ETA en 2002, se suma así a las tesis defendidas por los mismos podemitas como que Otegui es un preso político y encima lo hace en terreno morado, la revista satírica «Mongolia», donde Monedero divirtió al personal insinuando que Albert Rivera esnifaba cocaína.
«No voy a esquivar la pregunta: sí, creo que [Otegui] debe salir de la cárcel», afirmó Madina, al que habría que recordarle como hizo Fernando Savater en una entrevista con Alsina que «Otegui no está en la cárcel por circunstancias políticas temporales, ya que se le encarceló por un delito que no ha cambiado y lo que tiene que hacer es cumplir la pena».
Y si no bastara con Madina, Sánchez tiene que aguantar que el susanista Rodríguez Zapatero, el amigo de Maduro, se sacuda sus flirteos con Podemos, con lo que hasta no hace mucho se reunía a espaldas de Sánchez en reservados junto a José Bono. Zapatero aseguró que llamándose Pablo Iglesias, «es normal tener una cierta tentación de ser como la marca» que creó el fundador del PSOE hace 137 años.
ALBERT CIERRA FILAS CON RIVERA… DE LA CRUZ
En Ciudadanos cierran filas en torno a Marta Rivera de la Cruz, linchada por las hordas mediáticas de izquierda por defender acabar con la discriminación positiva y sostener que «es tan grave que un niño vea como su padre mata a su madre que vea como su madre mata a su padre». A su linchamiento también se sumó el PP que parece ya haberse olvidado que en su día criticó la actual ley de violencia de género.
Con Sánchez desfondado, el PSOE quiere colgar a Rivera el sambenito de que votar a C’s «es votar a la derecha» en una desesperada caza del votante socialista que acudía antaño con reflejo pavloviano a llenar los mítines socialistas y que huye a Podemos.
En el PP crece el temor a que el hundimiento de Sánchez abra las puertas a un tripartito encabezado por Rivera. Es la lectura que hacen en Génova de la última encuesta de Mediaset que da ganador al PP con el 27,5 % de los votos y entre 117 y 121 escaños; Ciudadanos sería segundo con el 21,6 % de los votos y entre 75 y 79 escaños; tercero, el PSOE que tendría el 19,4 % de los sufragios y entre 70 y 74 escaños y Podemos, cuarta fuerza política con el 17,4 % de los votos y entre 48 y 52 escaños.
Pese a que no recoge el efecto debate a cuatro de Atresmedia, ya entonces por los primeros días de diciembre de 2015 comenzaba a notarse la remontada de Podemos y la caída en picado de Sánchez. Por eso algunos intuyen que Rajoy no hará sangre en el cara a cara con el candidato socialista de este 14 de diciembre.
«Le dejará salir vivo», dicen entre las filas populares como si la suerte de Sánchez esté echada. Quizá tenga razón Víctor Arribas: Sánchez no está tan arruinado como se quiere hacer ver, pese a su nefasto comienzo de campaña.
@lbalcarce