Se niega a tirar la toalla con 123 escaños y mayoría absoluta en el Senado
A las ruedas de prensa de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez posteriores a sus reuniones con Felipe VI en Zarzuela le sobraron los discursos. El rostro abatido de Rajoy lo decía todo: era la imagen de un político derrotado y sin alma.
«El rey no me ha ofrecido formar Gobierno. Sigo sin tener los apoyos necesarios», dijo compungido. Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal le miraban como si le estuvieran velando.
Rajoy: «El rey no me ha ofrecido formar gobierno»#Investidura
Directo —) https://t.co/br1M5Caomj https://t.co/eZ44OLkmqR— EL MUNDO (@elmundoes) febrero 2, 2016
Pedro Sánchez era la otra cara de la moneda: exultante y sonriente, el líder socialista, distante y frío con los periodistas, este 2 de febrero 2016 les llamaba por su nombre y hasta se permitía hacerles bromas.
El Rey le había ofrecido la investidura y se mostraba dispuesto a formar gobierno. Faltaba que diera botes de alegría. No es para menos viendo el estado catatónico de sus adversarios políticos de la derecha.
Sánchez se presentó ante los periodistas como un salvador, como el elegido para desatascar los vetos cruzados y llegar a acuerdos. Soltó un discurso de investidura que no venía a cuento y tan contento. Nuestro redentor estaba ahí y no le habíamos visto.
Les presento a @sanchezcastejon el dialogante….#ElSeñordelNo pic.twitter.com/obT9J1KKGA
— Jaime de Olano (@jaimedeolano) febrero 3, 2016
En el PP reina la paz pero la de los cementerios. Es un partido cadáver, en la morgue y a la espera de que la autopsia determina la causa de su fallecimiento. Necrosis por corrupción.
Hasta sus escribas oficiales como Curri Valenzuela despiden a Rajoy: «Ni siquiera él puede tener la seguridad de que esta vez quedarse quieto, a la espera de los acontecimientos, le libre a él y a todos nosotros de un gobierno del PSOE con Podemos».
En las televisiones engordadas por Moncloa solo se habla de la corrupción del PP en Valencia. Un equipo de laSexta caza a una aterrorizada Asunción Barberá, hermana de Rita: «No sé nada, hay una información y yo no tengo ni idea».
Mónica Oltra conecta en directo como si fuera la fiscal del caso: «La corrupción en Valencia puede haberse llevado cerca del 4% del PIB». En Valencia, Isabel Bonig sugiere refundar el PP pero con otro nombre.
Javier Ruiz en la Cuatro se parte de risa con su amigo podemita Ramón Espinar: «Ahora eres senador y ya no te puedo llamar Ramón». La izquierda mediática entierra al marianismo con toneladas de estercolero valenciano. —Ruiz no disimula su colegueo con el podemita Espinar: ‘No eres Ramón’—
«Mierda a punta pala», que diría Marcos Benavent, el yonqui del dinero arrepentido que lo cantó todo a la UCO.
En el PP se lo agradecen tuiteando felicitaciones a laSexta Noche por su aniversario, el programa que convirtió a Pablo Iglesias en una celebrity. —Los panolis del Partido Popular felicitan a laSexta Noche por cumplir tres años de emisión—
Rajoy sigue paseando su resignación de tanatorio llevado de la mano de Moragas. Se niega a tirar la toalla con 123 escaños y mayoría absoluta en el Senado.
La música de réquiem es la grabación de Alfonso Rus a todas horas contando billetes de sus mordidas. La tumba la pondrá Manuela Carmena cuando acabe de limpiar Madrid de vestigios franquistas ocultando los crímenes de la izquierda.