¿Qué esperaban los mentecatos socialistas? ¿Que 'Pablenin' se entregará a sus brazos?
El socialista Antonio Hernando todavía no se ha enterado de qué va ‘Pablenin’ Iglesias. Hace 48 horas estaba «deseando hablar con Podemos». No dijo de qué iban a hablar pero en su fuero íntimo creyó que tenían a los podemitas comiendo de su mano.
En el entorno de Pedro Sánchez viven en la permanente ilusión de que pueden controlar a una tropa que viene a derribar el sistema. ‘Pablenin’ Iglesias tomó nota, cogió el boli y le puso un insensato programa de gobierno sobre la mesa al que solo le faltó el ministerio de la cheka. —Consulta el documento en PDF.—
La reacción de los socialistas fue de un decoroso estupor: «Pablo, no sabes dónde estás», salió a decir Hernando, el mismo que estaba desesperado por verles. Y es que ‘Pablenin’ una vez más les había dejado a los socialistas retratados delante del espejo de sus propio complejos. —La ministra podemita Montero quiere ya que los periodistas la pregunten con amabilidad: «¡No sé por qué habla usted con tanta agresividad!»—
El que no sabe dónde está es Pedro Sánchez coqueteando con los demonios del 34. Un líder socialista europeo con las ideas claras despreciaría a los podemitas como socios de gobierno. —Joaquín Sabina vuelve a la carga contra Pablo Iglesias y el resto de la cúpula: «De Podemos me interesan sus votantes, no sus dirigentes»—
Pero no solo piden verles si no que encima permiten que Iglesias se ría de ellos. «Estaré encantado de recibirles», dijo Iglesias. Hay que admitir que ‘Pablenin’ es arrogante, chulo y soberbio pero sabe dónde está situado políticamente: en la acera de enfrente de un PSOE al que detestan tanto como al PP.
Podemos desprecia al PSOE y el programa que le ha presentado es una muestra más de que como buenos leninistas quieren el poder o nada. El documento presentado por Podemos es mucho más que «un auténtico boicot a cualquier pacto con el PSOE» como dice Javier Ayuso en El País. –-Pablo Iglesias se borra del pacto—
Es la demostración de que Iglesias va en serio mientras Sánchez posturea. Iglesias quiere un gobierno a la portuguesa en el que él sea el primer ministro y el líder socialista un monigote, un presidente ornamental. Sánchez todavía no se sabe lo que quiere y si lo sabe, tiene pánico a que se sepa.
El secretario general de Podemos se pide una supervicepresidencia del Gobierno que ocuparía él para poder controlar los servicios de inteligencia, la comunicación del Gobierno, el CIS, el BOE, RTVE, la coordinación de las comisiones delegadas de asuntos económicos y políticos…
Y, además, con mando sobre dos nuevas secretarías de Estado: la de Lucha contra la Corrupción y la Oficina de Derechos Humanos del Gobierno. Un soviet en las entrañas de la Moncloa.
¿Qué esperaban los mentecatos socialistas? ¿Que ‘Pablenin’ se entregará a sus brazos? Y encima le pone un referéndum ilegal para Cataluña para que tenga que retratarse frente a sus barones.
Porque ‘Pablenin’ no tiene nada que perder. Lo que no hará es el ridículo ante sus votantes –«para eso ya están los traidores de Izquierda Unida que siempre le han limipiado el culo a los socialistas a cambio de migajas», comentan los podemitas en privado– y si tiene que pagar un precio será a cambio de todo el poder.
No han venido hasta aquí para desayunar café y barrita por 2,75 € en el bar de los diputados sino a tomar el Congreso por asalto. Van en serio pero Hernando aún no se ha enterado.