Mientras Pedro Sánchez y Albert Rivera se reúnen en secreto

Acaba sin acuerdo la ‘ensalada roja’ del PSOE con IU, Podemos y Compromís

Pablo Iglesias exige ser vicepresidente y repite: “No nos vamos a levantar de esa mesa de negociación”

Acaba sin acuerdo la 'ensalada roja' del PSOE con IU, Podemos y Compromís
Errejon, Baldoví, Herando, Garzón y los negociadores de la llamada 'mesa roja'. EP

Albert Rivera: “No descarto entrar en el Gobierno si hay un gran acuerdo”

A dos meses del 20D y en la cuenta atrás para la investidura de Pedro Sánchez, la izquierda española de todo jaez y alguno de sus colegas periféricos maniobraron febrilmente este 22 de febrero de 2016 en el Congreso de los Diputados para ver si formaban Gobierno.

Después de una maratoniana reunión de casi 5 horas, PSOE, Podemos, IU y Compromís darán continuidad a las negociaciones de la mesa de izquierdas para «explorar las posibilidades reales» de alcanzar un acuerdo de Gobierno.

Todo ello mientras el principal negociador socialista se ausentaba, para irse a negociar en otra sala con Ciudadanos y con el telón de fondo deAlbert Rivera y Pedro Sánchez interecambiándose discretamente mensajes en el Congreso.

No querían el del PSOE y el líder de Ciudadanos que se conociera su presencia y, mucho menos, que iban a mantener una cita.

Rivera y Sánchez han mantenido un encuentro en la Cámara Baja que pretendían fuera discreto, al estilo del que celebraron para desencallar el acuerdo de la mesa del Congreso que terminó con el socialista Patxi López como presidente.

La reunión se produce cuando ambos partidos cierran los flecos de su acuerdo de Gobierno, que podría anunciarse en las próximas horas.

DETALLES DE UNA JORNADA MUY LARGA

Según la carta de convocatoria Alberto Garzón, líder de facto de IU, con sólo dos escaños y organizador de la cita a 4 junto a Joan Baldoví, experimentado diputado de Compromís, lo que buscan los que están con él es hacer frente «a un país asolado por la corrupción estructural del PP».

Al mismo tiempo, representantes del PSOE con José Enrique Serrano a la cabeza, se reúnen en otra sala del Congreso con Villegas y Garicano de Ciudadanos.

Aunque las negociaciones con el partido de Rivera avanzan con dificultades se especula que el acuerdo está más cerca que nunca y que el líder de la formación naranja podría anunciarlo este martes por la mañana.

El anuncio este lunes del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, de que no descarta entrar en un hipotético Gobierno de Pedro Sánchez si las negociaciones que mantienen su partido y el PSOE para firmar un pacto de legislatura concluyen con un gran acuerdo reformista, meten mucha presión a Pablo Iglesias y los suyos.

Rivera ha rectificado de golpe toda su estrategia poselectoral -ni entrar en el Gobierno ni votar a favor de Sánchez- el mismo día en que los socialistas se sentaban a negociar con Podemos, Compromís e IU.

MUCHAS MAS GANAS QUE FUERZAS

Ni Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias están presentes, pero los emergentes ocupan el mayor número de sillas.

El PSOE ha enviado a la llamada ‘mesa roja’, a la delegación que ha venido trabajando desde hace dos semanas, encabezada por su portavoz, Antonio Hernando, y formada por los seis representantes que han dirigido las intensas conversaciones con Ciudadanos, Compromís e IU.

Además de Hernando, la integran el político vasco Rodolfo Ares, mano derecha durante muchos años del actual presidente del Congreso, Patxi López, y uno de los muñidores del acuerdo de Gobierno entre socialistas y populares en el País Vasco; Meritxell Batet, coordinadora del programa electoral del PSOE; María Luisa Carcedo, responsable de Política Social del partido; y Jordi Sevilla, portavoz económico en el programa electoral. José Enrique Serrano, director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, se ha ausentado para ultimar el pacto con Ciudadanos.

Pablo Iglesias nombró el domingo un equipo negociador que se resistía a constituir por su negativa a que Pedro Sánchez negociara a la vez con Podemos y con Ciudadanos.

El equipo está conformado por ocho dirigentes, entre los que se encuentra su núcleo de máxima confianza: su número dos, Íñigo Errejón; la responsable del programa, Carolina Bescansa, que ha mantenido hasta ahora la mayor parte de los contactos con el PSOE; su jefa de gabinete, Irene Montero; el abogado Rafael Mayoral; y el diputado en la Asamblea de Madrid Eduardo Gutiérrez.

También figuran tres representantes de las alianzas territoriales con las que Podemos concurrió a las elecciones generales en Cataluña y en Galicia. Se trata de Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem; y de Alexandra Fernández y Yolanda Díaz, de En Marea. La coalición gallega ha pedido, además, reunirse de forma bilateral con el PSOE para plantearle sus propias reivindicaciones.

Compromís e IU, con cuatro y cinco representantes respectivamente, sí se han presentado a esta cita con sus líderes: Alberto Garzón, que aunque no es el coordinador general de IU, es el portavoz parlamentario y líder de facto del partido, y Joan Baldoví, coportavoz del partido valenciano. La coportavoz de Compromís Mònica Oltra, que ejerce también el liderazgo en la coalición, no ha acudido a la cita, pero seguirá muy de cerca las conversaciones. La vicepresidenta de la Comunidad Valenciana sí viajó a Madrid el viernes pasado para reunirse con Pablo Iglesias.

Garzón, de quien parte la iniciativa del encuentro, ha planteado que la cita sea «flexible»: en la carta que envió este domingo a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Joan Baldoví les pide que acudan al encuentro para «hablar tanto de acuerdos programáticos como de posibilidades de Gobierno en coalición, sin excluir de antemano ninguna opción, en función de las propuestas de cada organización».

La formulación amplia permite que Podemos sostenga que va a hablar de un Ejecutivo de coalición mientras el PSOE defienda que solo negocia, de momento, una investidura. «Los sillones para el final. Lo importante, primero: las políticas», ha subrayado el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López.

El mediador sí espera que la reunión que ha empezado esta tarde, en todo caso, sirva para que todos pongan las cartas sobre la mesa y expresen de forma honesta cuál es su propósito. El PSOE y Podemos, los más alejados, ahora tienen ocasión de mirarse directamente a los ojos: en la organización que se ha acordado de la mesa se sientan frente a frente.

A falta de poco más de una semana para la investidura, el PSOE está decidido a agotar todas las vías de diálogo, aunque las condiciones de Pablo Iglesias, que solo apoyará a Sánchez si este lo acepta como vicepresidente, dificultan la negociación. El líder de Podemos ha insistido este lunes en que su participación en el Gabinete de Sánchez parece, en este contexto, innegociable.

«Lo fundamental no es tener ministros, sino que el Gobierno sea plural. Es una consecuencia de los resultados. Sería como si el PSOE no entrara en el Gobierno».

Los socialistas han contestado a Iglesias que primero se trata de hablar del qué y solo después de los «sillones». En el qué, el PSOE no va a ceder, además, en aspectos medulares que propone Podemos como los referendos territoriales, la política de gasto y endeudamiento y el respeto a la separación de los poderes del Estado, las materias que más les distancian. IU y Compromís, por su parte, desarrollarán un papel muy activo a favor del acuerdo.

Ambas formaciones, cercanas a Podemos, ya han entablado negociaciones bilaterales con el PSOE, y su papel presionará al partido de Pablo Iglesias, pero este decidirá con total autonomía.

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