¿Que usted es camarero y le ha puesto la cerveza al chico en lugar de a la chica? Machista
En el Día Internacional de la Mujer los autodenominados «alcaldes del cambio» [esos feministas de Podemos financiados por regímenes tan paritarios como el iraní que lapida a mujeres adúlteras y que callaron ante las violaciones en masa en Alemania] han montado toda una operación de ingeniería social para «visibilizar» una igualdad de la mujer que sigue sin llegar. —Rita Maestre pide ocultar la financiación de Podemos a cargo de Irán y Venezuela: «Son rumores. Deberíamos dejar de hablar de ellos»—
Y para eso han tenido un montón de ideas estrafalarias como introducir reinas magas en las cabalgatas en la Madrid de Carmena, semáforos con muñequitas faldas en Valencia, y hasta cambiar «homenaje» por «mujeraje» y ‘madrenuestra’ por ‘padrenuestro’ en la Barcelona de Ada Colau.
«¿Qué diría Simone de Beauvoir ante tanto ridículo?», se pregunta Rosa Belmonte. «No se nace mujer, se deviene mujer», escribió la amante de Sartre. Beauvoir no pensaba que el feminismo debía consistir en organizar cazas de brujas subvencionadas ni campañas revanchistas diseñadas desde observatorios sociales.
«Yo no había experimentado nunca ningún sentimiento de inferioridad por el hecho de ser mujer. Mi feminidad no era un problema para mí», sostenía una mujer que triunfó en un terreno plagado de machos alfa como el intelectual.
¿Qué diría Beauvoir? Soltaría una carcajada ante el desfile de disparates feminoides que solo buscan victimizar a la mujer en lugar de ayudarla a realizarse: «También los muertos están mejor adaptados a la tierra que los vivos».
Resulta que ahora todos somos machistas aunque no lo sepamos. Lo dice una campaña de laSexta contra los ‘micromachismos’. ¿Que usted es camarero y le ha puesto la cerveza al chico en lugar de a la chica? Machista. ¿Que usted es mecánico y le habla al chico en lugar de la chica que es la dueña del coche? Machista.
NO ESTAMOS TODAS, FALTA TORRENTE pic.twitter.com/p9qsEaACIy
— Pita #EsLaHoraDelPCE (@pita1917Malaga) March 7, 2016
Quizá usted no lo sepa pero es un violento machista silencioso. Algunas como Colau llegan a frivolizar el drama de la violencia de la violencia de género comparándolo con la corrupción o los desahucios. Ella puede ofender alegremente a los católicos con blasfemas del Padrenuestro pero ojito con criticarla porque enseguida le caerá un zasca machista como el que le cayó al ministro Fernández Díaz:
«Si es eso lo que le ofende, cuando nunca le hemos visto tan ofendido por agresiones machistas, ni desahucios, o preferentes, o la corrupción endémica de su propio partido, quizás sea porque lo que realmente le inquieta es que las mujeres perdamos el miedo», ha aseverado la alcaldesa.
EDURNE URIARTE: «FOMENTAN EL VICTIMISMO»
Edurne Uriarte desmontó una a una las falacias feministas en su libro ‘Contra el feminismo’. La mentira que subyace detrás del feminismo es la idea de que «la culpa de todo lo que las mujeres no hemos logrado es de los hombres», sostiene Uriarte.
En conversación con Periodista Digital, la periodista vasca señala que es todavían son necesarias medidas que contribuyan a la igualdad entre hombres y mujeres pero no las que proponen algunos alcaldes. «Esas ya son disparates que generan ridículo y risa».
Mujeraje en lugar de homenaje, matria en lugar de patria y semáforos de señores con falda. El modelo social de la izquierda va bien y tal.
— Jaime de Berenguer (@jaimeberenguer) March 8, 2016
«La cúpula de Podemos es mayoritariamente masculina. Igual que los partidos de la vieja política. Ellos son los que reproducen el problema»
Ya, ¿y la discriminación laboral? Uriarte responde que se debe no al machismo en las empresas sino al factor generacional, entre otros. «Las mujeres hemos iniciado más tarde la carrera hacia determinadas posiciones y es imposible que representemos el 50% de repente. En un ámbito que conozco, el universitario, las catedráticas somos un 14%. ¿Eso significa que estamos discriminadas» —Edurne Uriarte: “El feminismo fomenta el victimismo”—
«Sí, pero la mujer debe elegir entre los hijos o el éxito profesional», denuncia la brigada de lo políticamente correcto. «Sí, pero también pueden decidir –responde Uriarte– cuánto tiempo dedican a la familia y cómo lo reparten con sus parejas. Yo no puedo admitir que la mujer de hoy, que ha estudiado, que ha tenido las mismas oportunidades que ellos, diga: «Es que no puedo, es que estoy obligada a…». No, yo creo que ella decide. En eso cuestiono la teoría del feminismo dominante».
«Me parece muy respetable elegir la maternidad frente a la vida profesional, pero es una decisión libre. Si queremos tener las mismas cotas de poder que los hombres, debemos hacer carreras tan entregadas como ellos. Eso significa cambiar la organización de nuestras vidas, porque las carreras no van a cambiar para adaptarse a las mujeres que quieren las dos cosas».
«Todavía tenemos la tentación de ser rescatadas, de ser débiles. Ahí encaja el ideal de mujer que fomentan la moda, el cine y la televisión: con aspecto aniñado, enormemente delgada, pálida, débil… que tiene que ser rescatada. Eso sí, con muchas tetas y la boca siempre semiabierta».
La solución para Uriarte es que las mujeres asuman el protagonismo dejando atrás el victimismo. «Hoy las mujeres están hasta en los ejércitos. Se ha ganado mucho terreno. Y eso no se ha hecho con lamentos sino asumiendo retos y desafíos que parecían imposibles»
«Estoy a favor de la paridad, no de las paridas», dijo Esperanza Aguirre. Las feministas de manual dirán que Aguirre es una cerda machista solo que ella aún no lo sabe.
@lbalcarce
