Iñigo Errejon, 'El Rasputín Morado', pierde fuerza en la organización

La crisis interna de Podemos dificulta el pacto con el PSOE para meterse juntos en La Moncloa

"Las cosas están peor que nunca. La gente tiene miedo. Las filtraciones han generado un clima de paranoia terrible"

Las filtraciones han generado un clima de paranoia terrible, especialmente en Pablo Iglesias, con quien cierran filas Montero, Mayoral y Bescansa

Lejos de cauterizar la herida abierta en Podemos por las diez dimisiones en Madrid de cargos cercanos a los postulados del ‘número dos‘ del partido a nivel nacional, Íñigo Errejón, la destitución fulminante del hasta el martes secretario de Organización del partido, Sergio Pascual, también cercano a Errejón, la ha abierto aún más (Gabriel Albiac retrata a Podemos: «No es un partido, es una secta»).

Con esta marcha, Iglesias gana competencias territoriales y deja bajo mínimos al sector cercano a Errejón (Ciudadanos adelanta a Podemos como tercer partido político más votado en España).

Se produce así un vuelco en la correlación de fuerzas dentro del partido que beneficia a aquellas corrientes más contestatarias que abogan por un regreso a las esencias primigenias de Podemos.

Sería el caso del que fuera ‘número tres’ e ideólogo de la formación, Juan Carlos Monedero, así como de aquellos miembros de la facción Izquierda Anticapitalista (IA) (Mensaje del chavista Monedero a las hordas de Podemos: «Aún no somos el partido que queremos ser»).

Sin saber aún qué repercusiones territoriales tendrán esta serie de movimientos, lo cierto es que esta fractura incide de lleno en las posibles negociaciones del partido para intentar una nueva investidura de aquí a mayo, cuando ya sea irremisible la convocatoria de elecciones.

Las divergencias estratégicas que esconden estas luchas por el poder interno presentan dos bandos muy marcados: uno que pretende regresar a las raíces del partido y al que se ha acercado ahora Iglesias y otro que concibe el partido como una «máquina electoral», sector éste encabezado por Errejón y ahora cuestionado por el líder.

Los apoyos de Sergio Pascual: algunos dirigentes y cargos públicos de Podemos le respaldan.

Aunque ambos bandas estén de acuerdo en que un acuerdo con el PSOE podría provocar una fagocitación como la que ha sufrido IU en ocasiones a lo largo de las últimas décadas, según ha averiguado el diario El País, unos optan por tocar poder cuanto antes entrando en un Gobierno con los socialistas mientras otros abogan por llevar el ‘no’ a Pedro Sánchez hasta el final, manteniéndose firmes en los postulados iniciales de la formación y no cediendo un ápice en posibles negociaciones.

Este desacuerdo a la hora de abordar las conversaciones hace peligrar un posible acuerdo de aquí a mayo con los socialistas, que si bien pueden aprovechar para su beneficio esta inestabilidad orgánica en Podemos, también pueden salir perjudicados al no conseguir llegar a una postura común con el partido ‘morado‘, o al menos un acuerdo, sea el que sea, que fuesen a votar todos sus diputados.

Esta pérdida de peso en el sector moderado al que se adscribía Pascual ha provocado también que el líder de esta corriente, Errejón, se haya dado, según informa el diario El Mundo, un período de reflexión.

El ‘número dos’ del partido, un habitual en ruedas de prensa y comparecencias, más si cabe desde que Podemos ha llegado el Congreso, no tiene previsto hacer ninguna declaración pública en los próximos días.

El alejamiento de Iglesias que esta serie de movimientos le está provocando y la mayor influencia que miembros de la cúpula como Irene Montero o Rafael Mayoral están ganando sobre el líder, han hecho a Errejón optar por el silencio y por esta especie de retirada momentánea para determinar cómo reaccionar ante la que es ya la más importante crisis interna de Podemos desde sus orígenes.

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