Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, intentó comprar el ‘Banco Expropiado’ para entregárselo a los okupas, aunque finalmente, el alto precio que el propietario pedía por el inmueble le hizo descartar la operación, según publica este 1 de junio de 2016 el diario ABC.
Ni corta ni perezosa, Colau intentó quitarse el problema de encima a base de regalos a los violentos y a cargo del erario público, algo iniciado en la etapa de Xavier Trias que estuvo pagando el alquiler del local como medida de pacificación–Los ‘okupas’ del barrio de Gracia acosan a una reportera de Antena3 al grito de «los terroristas sois los periodistas»–.
En la mañana del 31 de mayo de 2016, la teniente de alcalde del Ayuntamiento de la Ciudad Condal, Laia Ortiz, avanzó en una televisión local que el Consistorio negociaba con la inmobiliaria propietaria la compra del local a un precio razonable. Unas palabras que sorprendieron a toda la oposición–Ultimátum de los jefes de la Guardia Urbana de Barcelona a la inepta de Ada Colau–.
Ante la polvareda levantada, el concejal Eloi Badia, del barrio de Gracia, zona de la polémica, salió a explicar la evolución de las negociaciones y comentó al respecto que el precio del local era desorbitado, comentando que el propietario pedía por él más de 500.000 euros. Algunas fuentes situaron el precio por encima de 800.000 euros.
Eloi Badia puntualizó que la compra del local no se había planteado de manera directa, sino que era una propuesta a estudiar a través de una iniciativa ciudadana contando, eso sí, con el aval del Ayuntamiento «siempre que fuera a un precio asumible y razonable.
