El Ayuntamiento de Madrid ha puesto a los ‘runners’ en su punto de mira. Mientras que el Ejecutivo de Manuela Carmena se afana en mandar mensajes de simpatía hacia los okupas, los manteros y cualquier tipo de refugiado, por contra ha decidido iniciar una cruzada contra los corredores y contra las carreras que terminaban habitualmente en el Parque del Retiro–Carmena aplaude a los subsaharianos que saltaron la valle de Melilla: «Que vengan con nosotros»–.
Los primeros afectados serán los inscritos este domingo 18 de septiembre de 2016 a la tradicional prueba ‘Madrid corre por Madrid’, que antaño finalizaba en el céntrico pulmón madrileño, según cuenta El Confidencial–Carmena habla con una normalidad que asusta: «La ocupación de edificios vacíos es un fenómeno cultural»–.
Tras la prohibición, este año los organizadores se han visto obligados a modificar el recorrido, lo que obliga a los ‘runners’ a darse un buen madrugón, ya que el horario de salida se debe adelantar media hora (por aquello de no tener demasiado tiempo cortadas las arterias de la capital) y que los participantes que hagan uso del guardarropa, situado en la línea de meta, se den un buen paseo hasta llegar a la salda, ya que ambos puntos se encuentran en extremos distintos del Retiro–Ignacio Camacho sobre los jurados vecinales de Carmena: «Detrás de la abuelita estrambótica se oculta el siniestro modelo del comisariado bolivariano»–.
Esperanza Aguirre: «El Madrid de Carmena es suciedad y paro»
El Ayuntamiento entiende que este tipo de pruebas que situaban su final en el Retiro amenazaban a la flora y a la fauna de este parque. Una decisión que como se empezará a comprobar este domingo 18 de septiembre de 2016 dará más de un quebradero de cabeza a todos los amantes de esta práctica deportiva.
Curiosamente, el pasado mes de noviembre de 2015 trascendió que Carmena quería quitar las multas por botellón a quien tuviera aficiones deportivas y culturales.
El Ayuntamiento capitalino quería evitar así que los jóvenes pagaran una multa cuando la policía les pillaba bebiendo en los parques y calles de Madrid y a cambio se les daba la opción de demostrar que podían gestionar su ocio en actividades deportivas y culturales, aunque luego no prediquen con el ejemplo dificultando la presencia de cualquier persona en una carrera popular.
Mejor que los ‘runners’ lo tienen los okupas o los manteros de la ciudad, que son siempre bien recibidos por Carmena y su tropa.