A Íñigo Errejón le van a regalar en su próximo cumpleaños un disco con la canción ‘Black is black’, de Los Bravos. Más que nada para que le vaya sonando que su famosa ‘beca black’, lejos de diluirse judicialmente en el tiempo, ésta le va a suponer algún que otro quebradero de cabeza.
Un juzgado de Málaga se ha liado la manta a la cabeza y ha abierto diligencias contra Errejón por presunta estafa al simultanear su salario incompatible de profesor universitario con otros ingresos relacionados con su actividad en Podemos.
Errejón, el pontificador contra las prácticas de la casta de trincar de aquí y de allí, resulta que no sólo cobró dos salarios sino que modificó su lugar de residencia sin autorización de la Universidad de Málaga.
Según señala Okdiario, el expediente, pese a estar contratado por la universidad de Málaga, solía hacer su trabajo en su domicilio, en bibliotecas públicas y en la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. El expediente resaltaba que la posibilidad de hacer el trabajo lejos de Málaga, como mucho, debió ser ocasional, pero no algo reiterado, ya que, de otro modo debería haber sido prevista en la convocatoria del preceptivo concurso.
El expediente que le supuso su salida de la universidad pública fue tajante: el contrato de profesor era incompatible con cualquier otra percepción y debía realizarse en Málaga. Además, apuntaba que cualquier circunstancia para modificar esas condiciones laborales debían ser autorizadas por el organismo público contratante y no por su mentor y amiguete Alberto Montero y de forma verbal.