Ha llamado reiteradamente la atención sobre los riesgos que entraña para España entrar en cambalaches políticos con la formación morada, a la que ha calificado de antisistema y con veleidades chavistas
Felipe González cree que unas nuevas elecciones no serían buenas, pero considera peor una alianza del PSOE con Podemos (Señores del PSOE, no es lluvia; es pis).
El ex presidente del Gobierno y máxima autoridad entre los socialista españoles se ha reunido con embajadores de la Unión Europea en España, después de que estos le socilictan en bloque un encuentro para analizar con él la situación política.
Según revela en primicia Informativos Telecinco, la postura que desgranado González ante el cuerpo diplomático ha sido meridianamente clara.
El expresidente socialista nunca ha ocultado su animadversión hacia Podemos. De hecho, sus críticas en plena campaña electoral eran elocuentes.
Marcando evidentes diferencias con Pedro Sánchez, obsesionado ahora por alcanzar La Moncloa y ser -aunque sea unos meses y controlado por Pablo Iglesias- presidente del Gobierno, Felipe González se ha partido el pecho por las libertades en Venezuela y ha llamado reiteradamente la atención sobre los riesgos que entraña para España entrar en cambalaches políticos con la formación morada, a la que ha calificado de antisistema y con veleidades chavistas.
Frente a los embajadores, reiteró sus tesis:
«Una alianza con Podemos da poca confianza, tiene poco futuro y poco camino».
González asegura que no tiene claro que Podemos quiera de verdad un gobierno con el PSOE y considera más bien que es parte de una estrategia con el fin de intentar fagocitar al PSOE en unas nuevas elecciones (Albert Rivera: “Hay un espacio común entre PP y PSOE, lo que falta es voluntad”).
«Si me preguntan mi apuesta, la tengo clara: un gobierno del Partido Popular y Ciudadanos, aupado gracias a la abstención del PSOE».
Cree Felipe González que entre los tres partidos deberían acordar previamente un calendario y que fuera un gobierno corto.
La relación entre el expresidente y Pedro Sánchez ha sido buena y cercana, especialmente en estos últimos meses, y en el encuentro con los embajadores mantuvo su respeto hacia el secretario general del PSOE.
No obstante, aseguró que no le correspondía a él decirle si ha de hacer una alianza con rupturistas o con los constitucionalistas.
