El okupa es por antonomasia el ojito derecho del sector más radical de Ahora Madrid curtido en más asaltos a viviendas que los SWAT
Al okupa que no se lo toquen. La alcaldesa Manuel Carmena ha otorgado todo el poder al lobby okupa agrupado bajo el paraguas de la Red de Espacios Ciudadanos
y protegido desde el Ayuntamiento de Madrid desde el área de Gobierno de Coordinación Territorial y Asociaciones, coordinada por todo un ex okupa del Patio Maravillas como Nacho Murgui. —Los ‘panolis’ del PP de Madrid le otorgaron al ‘número dos’ de Carmena 7 millones de euros en subvenciones—
Los madrileños pueden estar muy agradecidos a Murgui (y al PP de Gallardón y Botella que le colmaba de subvenciones para que no le montara algaradas de protesta) por haber dado la espalda al proyecto para renovar el ruinoso y abandonado Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi.
A cambio se lo entregarán a cero euro al Espacio Vecinal Arganzuela, donde convive buena parte del movimiento antisistema de Madrid. —Carmena ignora a un fondo americano y cede parte del mercado a los «okupas»—
Difícil comprender en qué medida saquear edificios y palacetes contribuye a regular el mercado de la vivienda. Pero no parece ser una idea brillante tras ver cómo se esfuma una inversión 75 millones de euros y 1.200 puestos de trabajo.
El okupa es por antonomasia el ojito derecho del sector más radical de Ahora Madrid curtido en más asaltos a viviendas que los SWAT. Entre ellos, Guillermo Zapata, Javier Barbero, Pablo Carmona, Celia Mayer, Nacho Murgui, y Rommy Arce.
LA SONRISA DE ROMMY ARCE
La edil Rommy Arce (Lima, 1977) es una de las mentes más imaginativas del movimiento okupa. A esta inmigrante peruana, bibliotecaria de profesión, le debemos la guía para actuar si descubres que tienes una vecina okupa. —Los consejos de Ahora Madrid sobre los «okupas»: «Si descubres un vecino, no llames a la Policía»—
«Si descubres un vecino, no llames a la Policía. Háblale. Dale la bienvenida a cualquier nueva vecina». Y sigue: «Tranquiliza a las demás vecinas que quizá tengan prejuicios sobre vuestra vecina okupa».
Arce es una okupa que se hizo a sí misma en el Laboratorio de Lavapiés y trabajando en la «Plataforma por la libertad de Alfon», esa criaturita condenada por llevar explosivos a una manifestación.
Detrás de su ancha y solidaria sonrisa se esconde un discurso radical de los que ponen los pelos de punta como cuando aseguró en un pleno de Arganzuela que las víctimas de ETA habían sido muy rentables para el PP.
A Rommy Arce también se la conoce por sus malas pulgas como aquella vez que tuvieron que sacarla de la sala de comisiones del brazo por el director general de la Policía Municipal tras un encontronazo con dos agentes municipales . —La bronca de una concejal de Carmena con dos policías—
Mientras los podemitas reparten felicidad cubriendo a sus amigos de enchufes y prebendas, la mafia okupa se expande por Madrid. Cinco grupos organizados controlan las okupaciones mafiosas de viviendas en la capital, según un informe de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM).
Se calcula que hay más de mil pisos okupados en la ciudad por estas bandas violentas que cobran a estos inquilinos entre 200 y 300 euros por un alquiler mensual y 2.000 o 3.000 euros en el caso de que vendan la propiedad de la casa okupada. Los distritos más afectados por estas usurpaciones conflictivas son Villaverde (400), Villa de Vallecas (160), Puente de Vallecas (100), Carabanchel (100), Usera (50), Centro (50) y Tetuán (40).
Estas bandas –como informa El Mundo— han hecho añicos la convivencia en estos barrios y la preocupación entre los vecinos es tremenda. «Las okupaciones acarrean drogas, delincuencia, miedo y suciedad», explica una de las vecinas del barrio de Vallecas. —El mapa de la mafia okupa en Madrid—
LA BESTIA SIN BOZAL
Para un ayuntamiento controlado por personas como Murgui o Arce, expropiar a los ciudadanos para regalarles viviendas y espacios públicos a los okupas es un acto de justicia social.
Así lo sostienen los líderes espirituales de Ada Colau, los abogados y ediles de Barcelona En Común, Gerardo Pisarello y Jaume Asens, cuando defienden que el vandalismo es un modo de «simple supervivencia para frenar una deriva abiertamente despótica».
«Lo que sorprende es el enorme pacifismo y la calma de la mayoría de la población», decían asombrados los gurús de Colau. Y ella misma ha dicho que en plena crisis «quemar bancos hubiera sido perfectamente razonable». —Ada Colau: «Quemar bancos hubiera sido perfectamente razonable»—
La huelga, la manifestación callejera o la ocupación con fines políticos es absolutamente legítima ante la represión de los poderosos.
«Atajar el discurso simplista que pretende convertirlos a los okupas en «peligrosos delincuentes», en «inadaptados sociales» o en simples «lúmpenes» debería ser un deber cívico». Les recomiendo que lean su libro ‘La bestia sin bozal’ (Catarata). Con un par.
Porque su enemigo ancestral, su auténtica bestia negra como profetizó Revel es el ciudadano que se gana honradamente la vida por sus propios medios. Ese el ayuntamiento podemita aupados en el poder gracias a los socialistas: el que desvalija los espacios públicos de los madrileños para subvencionar a los violentos.
@lbalcarce