Cuando Pablo Iglesias convirtió la tribuna en un Sálvame
Por Alfonso Rojo
No busquen más: ya ha aparecido el payaso. Y en esta legislatura, que se presenta extraordinariamente corta, se llama Pablo Iglesias.
El líder de Podemos, que siempre ha tenido proclividad a la cursilería, se ha consagrado en el fracasado y doble intento de Pedro Sánchez de convertirse en presidente, en el ‘gracioso oficial‘ del Congreso de los Diputados.
Este viernes, 4 de marzo de 2016, ‘Coleta Morada’ se coronó. Comenzó su intervención haciéndose el chistoso. Sin gracia. Tratando de ‘epatar’ sin éxito a los millones de españoles que le veían a través de la televisión y sobre todo a los 349 políticos que comparten con él la Cámara.
Para ello, como si estuviera en el plató de ‘Sálvame‘ y no en la sala donde se hacen la leyes y se marca el rumbo de la nación, arrancó con un chiste malo y fácil.
«El miércoles ocurrió algo perturbador, cuando Xavi Domènech y yo nos dimos un beso en los labios, en una imagen que quedará para el recuerdo».
Añadió pringoso que «fluye el amor en la política española» y después, recitando lo que le podía haber escrito un gionista del Club de la Comedia en una noche de porros, sentenció:
«A partir de ese beso la política se está calentando«.
Todo, para aiirear en tono marujil desde la tribuna que a la diputada popular Andrea Levy le gusta su compañero de partido, el diputado de Podemos Miguel Vila.
«Este jueves asistí con estupor a que una diputada del PP bebe los vientos por un diputado de Podemos. Les aseguró algo: no está entre mis funciones de presidente de mi grupo controlar la virtud de mis diputados, sino garantizar su felicidad. Si quieren conocerse, pongo a mi disposición su despacho».
Y a renglón seguido, gustándose y patoso, soltó lo que llevaba pensando desde hacía dos días y traía escrito en el papel:
«El amor y la pasión fluye en la política española. Pedro (Sánchez), sólo quedamos tú y yo [por darnos un beso en los morros]».
La cara de estupor del líder del PSOE y de la mayoría de los diputados fue un poema.
Máxime, cuando el líder de Podemos, ofreció allí mismo facilitar un ‘nido de amor’ donde puedan desfogarse los ‘tortolitos‘:
«No está entre mis funciones de presidente del grupo controlar la virtud de mis diputados así que si que si quieren conocerse pongo a disposición mi despacho.»
Llovía sobre mojado. Andrea Levy, a quien la reportera de El Intermedio Thais Villas preguntó horas antes si había echado el ojo a algún hombre en la nueva Cámara, había soltado que le gustaba uno de Podemos con el pelo largo: «Es el más guapo del hemiciclo».
El aludido, Miguel Vila, aseguró sentirse «muy halagado» por el cumplido de Levy y ahí estaba el asunto, hasta que el pisacharcos de Pablo Iglesias, obsesionado por chupar cámara, se hizo el encontradizo con la misma reportera para declarar que él puede «hacer de alcahueta de esta relación».
El dirigente de Podemos no dudó en dedicar a Levy y Vila la canción ‘Mi novia es de derechas’ de Los Chikos del Maíz que reza:
«Me quiere, la quiero, me prende la mecha. ¿Qué le voy a hacer si mi novia es de derechas?».
Tenemos payaso, ahora sólo falta montar el circo.
HOT OR NOT
¿Quiénes son los más sexys? ¿Y los más aburridos? Pásate ya por ‘Hot or Not’ y descúbrelo.
.@Hermilourino Mejor de derechas que otra cosa… https://t.co/Y99diCosKk«
— Miguel Vila (@Mikele_V) 4 de marzo de 2016
