A la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona ya les ha preparado el petate la alcaldesa Ada Colau, con la ayuda de su concejala Laia Ortíz: quiere que se vayan con viento fresco de las instalaciones que utilizan legalmente como sede social en los antiguos cuarteles de San Andrés, fruto de un convenio de cesión aprobado en 2013 por el entonces alcalde Xavier Trias. (Una ‘banda’ de independentistas catalanes ataca la sede de los legionarios y sale malparada: «¡Hijos de puta!»).
El uso que hacen los legionarios de un área del patio de las instalaciones para ensayar los desfiles en la procesión del Cristo de la Buena Muerte, que ya sólo se celebra en la parroquia del Hospitalet de Llobregat regida por el sacerdote Custodio Ballester, no es de su agrado, y por eso les acaba de avisar de que deben desalojar el lugar a la mayor brevedad posible. (Un ex sargento de la Legion Española da de tortas a unos separatistas que querían quitarle la camisa).
OTRO DESAIRE
Y a los veteranos que participan cada año en las procesiones de Semana Santa de Hospitalet de Llobregat, se les viene por si fuera poco otra encima: el Salón de la Enseñanza que se celebrará en Barcelona la próxima semana, donde niños y adolescentes pueden tomar contacto con los distintos oficios y profesiones y como cada año las Fuerzas Armadas están presentes, puede desaparecer de mapa en breve por decisión de la mentada, empecinada como está en borrar todo vestigio patriótico.
Y es que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona, se han puesto de acuerdo para vetar la presencia de las Fuerzas Armadas a partir del próximo año, puesto que es «contradictorio con el proceso de liberación nacional».
PETICIÓN DE FIRMAS
En la plataforma ‘Change.org’, mientras tanto, la Legión Urbana Barcelona ha puesto en marcha una recogida de firmas para tratar de evitar el desahucio de marras.
El texto de recogida de las mismas queda así:
«En el distrito de Sant Andreu se encuentran unos antiguos cuarteles militares llamados «Las casernas». En ellos está establecida, legalmente y desde hace décadas, la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona.
El Consorcio de la Zona Franca, propietario, cedió voluntariamente a la Hermandad su terreno adjunto: antiguo arsenal de artillería del Ejército; para que lo mantuviera limpio y le diera un uso sociocultural hasta proceder a la obra planificada en el terreno.
Cuando llegó la Hermandad hace muchos años, provenientes de C/ Marina, mafias del este ocupaban ilegalmente los terrenos que actualmente tiene cedidos la Hermandad. Sembraban el terror en el barrio y la asociación de vecinos pidió ayuda a los legionarios para expulsar a los criminales que allí vivían y delinquían. Cuando se les necesitó, cumplieron su cometido sin dudarlo ni un instante.
Desde hace décadas la Hermandad ha llevado a cabo su actividad sin molestar a nadie. No es una asociación cualquiera, pues la labor que hace por la sociedad es demostrable. Es solidaria con los que más lo necesitan y por sus hechos se les conoce. Una hermandad que ofrece multitud de beneficios a la ciudad de Barcelona sin pedir nada a cambio, y que está abierta a todo el mundo absolutamente, independientemente de razas, religión, ideología, condición física y mental, sexo o edad. Es una asociación que, sin ir más lejos, en los últimos dos años ha realizado:
Un huerto urbano para terapias para personas con discapacidad,
Recogidas de alimentos, pañales y juguetes para los niños más desfavorecidos de la ciudad condal,
Parada de rosas y libros para el Día de Sant Jordi,
Participación en las procesiones a las que han sido invitados, eventos benéficos para recoger fondos destinados a Enfermedades Minoritarias como el Síndrome San Filippo, el Cáncer infantil, el Síndrome 5p menos;
Han encontrado trabajo a multitud de parados a través de la Bolsa de Trabajo de la Hermandad…
Han funcionado de forma totalmente democrática siempre, aceptando los resultados de las votaciones internas de la Asamblea General en la que participan todos los socios, siempre sin trampa ni cartón. Han hecho siempre públicos a los socios los gastos de la asociación.
Lo han hecho todo siempre de manera voluntaria, sin remuneración económica, cada uno con sus propios medios y a base de sus propias donaciones particulares. ¡Y ahora se les quiere echar!
¿Por qué?, ¿por salir en la procesión del Cristo de la Buena Muerte?, ¿por estar al servicio de toda la sociedad?, ¿por ayudar a los demás sin pedir nada a cambio? ¿por jurar lealtad a la bandera y a la patria?
Si quieres que sigan teniendo su espacio y que el Ayuntamiento deje de ser tan sectario, dando tanta libertad a los suyos y tan poca a «los demás», firma.
Le pedimos a Ada Colau, y al Ayuntamiento de Barcelona, que respeten a una Hermandad que tanto bien ha hecho por Barcelona. ¡No les echéis!
Es importante conseguir que se les deje en paz porque muchos ciudadanos barceloneses nos beneficiamos de la actividad de la Hermandad. No hace daño a nadie.»
