El facineroso líder de la extinta Batasuna monta el pollo en el velódromo de Anoeta

El proetarra de Otegi amenaza con una ‘bomba’: «Vamos a abrirle otro frente al Estado español»

"Nosotros nos vamos a ir, no importa que no acepten un referéndum de autodeterminación"

«¡No importa que el Estado español no quiera aceptar un referéndum de autodeterminación! Nosotros nos vamos. Le vamos a abrir un segundo frente al Estado español», gritó Arnaldo Otegi.

Recién excarcelado de la prisión de Logroño después de seis años por intentar reconstruir Batasuna, el secretario general de Sortu irrumpió el 5 de marzo de 2016 en el velódromo de Anoeta como un mesías o una estrella de rock.

Decenas de miles de ciudadanos recibieron enardecidos a Otegi, que se dio un baño de masas antes de subir al escenario. Con pantalones negros y una cazadora oscura empapada por la lluvia que calaba San Sebastián a media tarde, alcanzó la primera fila y se sentó a deleitar el espectáculo de más de una hora que le habían preparado.

Antes de acceder al recinto, Otegi saludó a quienes verían el acto a través de una pantalla por haberse quedado sin sitio. Con el abrigo puesto y un par de gritos, recitó los titulares del discurso que daría justo después: “No nos detendrán. El camino es la independencia. El lehendakari es el pueblo”. Acababa de iniciar su particular campaña electoral.

Con los brazos firmes y estirados sobre el atril, Otegi combinó castellano y euskera en un discurso de algo más de media hora. Aznar le acusó de «falso profeta» el pasado martes –cuando salió de la cárcel– y el líder de Sortu, recogiendo el guante, procuró filosofar, aunque siempre asestando golpes «al Estado español» que recogieran el aplauso del público. Tras dar la enhorabuena a los catalanes por su «desconexión», chilló: «¡Vamos a abrirle un segundo frente al Estado! Abramos nuestro proceso independentista cuanto antes».

Uno de los vídeos que prologó la arenga de Otegi mostró al cabeza de Sortu en la cárcel saludando a través de una ventana enrejada. «En seis años y medio, he tenido mucho tiempo para pensar en cómo luchar contra el enemigo».

Después de declararse un enamorado de la filosofía y las religiones, siguiendo con su particular respuesta a Aznar, recitó un pasaje de la biblia tras asegurar a su público que ese instante acabaría en las televisiones: «En Lucas 4, 18, Jesucristo dijo que llegaba para predicar el evangelio a los  pobres y anunciar la libertad para los presos y los oprimidos. Nosotros no somos profetas ni pacificadores. Somos militantes políticos que luchamos por la libertad y nunca vamos a dejar de hacerlo».

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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