Ada Colau se ha santiguado en honor a sus queridas Clarisas, y ha dado todas sus bendiciones al concejal de Barcelona en Comú, Eloi Badia, para que convoque el 13 de abril de 2016 a los vecinos del barrio de Gracia. ¿El objetivo?: votar en ‘consejo municipal’ el desahucio y derribo de la bicentenaria parroquia Santa María de Gracia, inaugurada en 1835.
Perteneciente a la comunidad del Camino Neocatecumenal, -una corriente de la Iglesia católica especialmente perseguida y criticada ideológicamente por los movimientos de la izquierda radical-, lo tiene todo en contra, ya que de momento la moción ya ha recibido 19 apoyos y se ha elevado a votación en ese consejo municipal.
Según el portal religioso ‘Germinas Germinabit‘, -en un demoledor artículo- la moción no es otra cosa que la versión barcelonesa de los «procesos participativos» que también impulsa Manuela Carmena en Madrid.
Según el citado digital, la iniciativa dispone de la siguiente justificación:
«Este equipamiento infrautilizado y anacrónico debería ceder su cabida a la Escuela Patronat Domenech, que sufre una evidente falta de espacio».
En medios religiosos se subraya que tal iniciativa es insostenible, un brindis al sol para la «parroquia» antisistema y anticlerical del gobierno de Ada Colau a imitación de lo que ocurre en Berga, donde el Ayuntamiento, en manos de la CUP pretende borrar todo vestigio católico del nomenclator callejero.