Como Maroto, Levy y Casado hay otros. Están “hartos” de que el tema de todas las tertulias sea la corrupción
Llevas muchos meses, incluso años, callados como esfinges y se han hartado. Como explicaba Benjamín López este 18 de marzo de 2016, en la prolija columna que publica en EsDiario, la nueva hornada de dirigentes del Partido Popular no comparte las maneras de Mariano Rajoy a la hora de hacer frente a la corrupción.
Y ell caso Barberá ha sido la gota que ha colmado el vaso.
En el PP nadie cuestiona el liderazgo de Mariano Rajoy, nadie le quita el mérito a lo logrado contra viento y marea en la pasada legislatura, pero sí crece una corriente interna que comienza a asomar en público y que cuestiona su tibia forma de encarar los casos de corrupción.
Es una corriente no organizada -de momento- pero que coincide en dos cosas: en edad y, derivado de eso, en no tener un pasado político vinculado a ningún asunto bajo sospecha. No se trata por tanto de familias ideológicas dentro del partido sino de una brecha generacional que cada día es más evidente.
El vicesecretario de sectorial del PP, Javier Maroto, la vicesecretaria de Estudios y Programas popular, Andrea Levy, y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, han advertido a la cúpula de su formación de que no volverán a dar la cara por la ex alcaldesa de Valencia y actual senadora Rita Barberá, ni por cualquier otro dirigente popular que aparezca implicado en un caso de corrupción.
Maroto ya rompió la cadena de defensa el pasado martes, tras la comparecencia en rueda de prensa de Barberá, considerado «insuficientes» sus explicaciones:
«No me han gustado nada. Creo, además, que no han solucionado nada, no puedo ser más claro. No explican nada, no convencen nada y no ayudan nada».
Los más jóvenes, que defienden un Partido Popular que actúe con severidad frente a los asuntos de corrupción, consideran que llevan mucho tiempo defendiendo a la actual senadora y que han dado la cara por ella en más ocasiones que ella misma.
Además, son muchas las voces dentro del partido que le han enviado mensajes públicos a Barberá, pidiéndole que diera más explicaciones e incluso que dimitiera. También la cúpula le ha trasladado en privado que «a lo mejor debería pensar en dimitir».
Como Maroto, Levy y Casado hay otros. Están “hartos” de que el tema de todas las tertulias sea la corrupción y que las preguntas en todas las ruedas de prensa vayan enfocadas al mismo asunto, cuando ellos ni siquiera conocen el asunto o han tenido algo que ver en él.
