Desde GAD3 se considera que por mucho que suba será muy difícil que supere la barrera del 30 por ciento
El PP, por su parte, sigue como primera fuerza, pero pasa del 28,72% al 27,4 por ciento. Pierde, por tanto, 1,3 puntos. Ahora bien, volvería a ganar las elecciones con una distancia de casi seis puntos sobre los socialistas. Esa caída del PP es compensada con el ascenso del partido de Albert Rivera, el único que mejora posiciones, al pasar del 13,93 por ciento al 15,6%.
Pero en la suma de estas dos formaciones, la balanza se queda prácticamente igual que ahora, lo que deja en el aire la expectativa de que unas nuevas elecciones sirvan para reforzar al PP como lista más votada y acercar la investidura de la mano de Rivera. En diciembre, juntos, sumaban el 42,6 por ciento de los votos. Y ahora alcanzan el 43 por ciento.
La Razón aporta un dato interesante que viene del propio bunker electoral de Rajoy: «Al PP no le conviene tampoco generar altas expectativas que hagan que su electorado se confíe. La idea de que el partido está muy ajustado creen que puede ayudarlos a ganar más votos de la abstención y de votantes suyos que en diciembre se fueron a Ciudadanos».
El PP se deja varios jirones en el camino de la XI Legislatura, ya que pierde más de un punto respecto a las elecciones del 20 de diciembre. Pero –apunta ABC– hay que tener en cuenta el momento del estudio, primeros de abril, «ya que en las últimas semanas se ha registrado una pequeña subida de los popular, que podría rozar el 29 por ciento, coincidiendo con la evidencia del «teatrillo» de los otros grupos y del veto al PP, que han dejado a España sin presidente».
Desde GAD3 se considera que por mucho que suba será muy difícil que supere la barrera del 30 por ciento, que es el objetivo por el que se han conjurado las huestes de Rajoy.