Ana Torme se desvinculó de Pujalte en 2011 "porque Sirga XXI estaba en sus manos" y le vendió su parte por 5.250 euros
Ana Torme prefiere dar la mano a dos besos. Aprieta firme mientras mira con sus grandes ojos verdes. Pero, a diferencia de la mayoría de los políticos curtidos en los mentideros, su mirada desprende candor y una cierta ingenuidad. Ingenuidad que le llevó en 2008 a aceptar los cantos de sirena de Pujalte, compañero de partido y que, según cuentan quienes le conocen bien, le podría quitar el trabajo al mejor encantador de serpientes del monasterio budista de Tawang.
Torme (Valladolid, 1964), divorciada y con dos hijos, entró en política de la mano de José María Aznar, quien quedó prendado de su pasión y conocimiento de la igualdad de sexos, aunque lo que más impresionó al ex presidente fue su vasta cultura musical y bagaje intelectual.
En abril de 2015, Ana Torme se desayunó con una portada de El País en la que aparecía en una foto junto a Martínez Pujalte y Federico Trillo. En el texto se sugería que ella había participado en el cobro ilegal de comisiones a una empresa beneficiada por la adjudicación de molinos de viento, un contrato de cerca de 500 millones de euros.
Se le atragantó el agua tibia con el zumo de medio limón que toma en ayunas cada mañana desde que un nutricionista le explicó que purifica.
–«El País tiene que estar equivocado. Vicente nunca me involucraría en algo así»– fue lo primero que le vino a la mente segundos antes de descolgar el teléfono y marcar el móvil personal de Pujalte.
–Vicente, tienes que mandar una rectificación al director de El País diciendo que eres tú, no yo, quien ha hecho esos trabajos. Sabes que no tengo nada que ver.
Al otro lado de la línea se hizo uno silencio de varios segundos.
–Ana, no te preocupes. ¡Qué te voy a contar de los periodistas! ¿A qué no te han llamado de El País para contrastar la información? El País quiere hundir a Mariano y es una campaña contra el PP. Quédate tranquila.
–Confío en ti, Vicente. Pero te lo suplico, manda una nota de prensa o lo que sea, pero que El País rectifique. ¿Y qué pinta Trillo en todo esto?
Después de semanas de largas y constantes excusas, Ana Torme decidió poner el asunto en manos de su abogado, Francisco Javier Díaz Aparicio, reputado penalista, quien en la primera conversación le dejó claro que todo indicaba que Pujalte y Trillo tenían «un negocio extraño» con «posibles consecuencias penales» y que lo mejor era denunciar y colaborar con la Justicia, porque si no «te van a arrastrar con ellos y acabarás siendo un nombre más en un sumario de corrupción», además de que «como no lo aclaremos, puedes acabar cumpliendo pena de cárcel».
Y añadió:
–Ya te estás poniendo a investigar qué narices han hecho todos estos con tu empresa Sirga XXI.
Las palabras del abogado Díaz Aparicio se mostraron proféticas: la noche del lunes 11 mayo de 2016, al llegar a las once de la noche a su casa, tras un día complicado en la consejería de Sanidad de Valladolid, se encontró sobre el mármol de la cocina una carta certificada del Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid citándola como imputada (lo que ahora se conoce como investigada) por un presunto delito de cohecho.
A pesar de la hora intempestiva, llamó a su abogado quien le dijo que no era tan grave como parecía, judicialmente hablando, aunque le aseguró que iba a ser crucificada por la prensa, especialmente por Fernando Garea de El País, y que lo mejor era que no hablara con ningún periodista porque la iban a destrozar todavía más.
–Ana, llevas un año colaborando con Esther (fiscal-jefe de Valladolid). Y eso, te aseguro, que pesa, porque mientras Pujalte, Trillo, De la Serna, Arístegui y Ballesteros mienten como bellacos, tú vas con la verdad por delante. Y te digo, si algo he aprendido en 25 años de pelearme en los juzgados penales, es que los hechos son muy tozudos y acaban saliendo.
LA SOCIEDAD CLAVE: SIRGA XXI, S.L.
La exsenadora examinó la contabilidad de Sirga XXI, consultora creada en octubre de 2008 a medias entre Pujalte y ella, siendo ambos administradores solidarios hasta 2011, año en que Ana Torme le vendió su parte a Pujalte.
En la escritura de constitución, en el primer acta de la sociedad, Pujalte se garantizó que de lo que él lograra de los clientes cobraría el 85% y el 15% restante sería para la empresa.
En las siguiente semanas, siguiendo las instrucciones de su abogado, descubrió lo siguiente:
- Que las pocas empresas que facturaban a Sirga XXI, sus dueños estaban inmersos en escándalos de corrupción.
- Que estos dueños tenían en su gran mayoría vínculos con el Partido Popular.
- Que algunos de ellos incluso eran conocidos suyos del PP.
- Mind Talent Selection, S.L. era en realidad propiedad de Alejandro Ballesteros, ex diputado del PP. Y que el administrador anterior de Mind Talent Selection había sido Ana María Córdoba, también del PP e imputado en el ‘caso Poniente’, una trama corrupta en El Ejido (Almería).
- Marcenado Economistas, S.L. era de Juan Antonio Mora, quien a su vez era administrador de Ecogesma, S.L. y consejero de Paeco Gestión, que aparece en la ‘operación Jable’, como la bautizó la Policía, una trama de corrupción en Canarias. Juan Antonio Mora también es consejero de MG Servicios Profesionales, S.L., cuyo único socio es Giralt. El 13 agosto 2012, figura en el Registro Mercantil una escritura pública de Playa Hoteles y Resorts, S.L., también involucrado en un caso de corrupción.
- Transport Systema, S.A., con José Gonzalo Gil de Acosta como administrador, implicado en la ‘operación Jable’ y con cargos en el Grupo Hoteles Playa, de José María Rossel, marido de Mar Agüero, expresidenta del PP de Almería y exsenadora.
- Scardovi, S.L., de Pedro Gómez de la Serna, imputado (actual investigado) por la Audiencia Nacional por cobrar comisiones en el extranjero.
- Caristia, S.L., con el diplomático y exembajador Gustavo de Arístegui como administrador, e igualmente imputado en distintas tramas junto a De la Serna.
ANA TORME DENUNCIÓ A PUJALTE EN JUNIO DE 2015
Tal como adelantó en exclusiva Periodista Digital (Una senadora del PP denunció en 2015 a Pujalte, Arístegui y De la Serna ante la Fiscalía Anticorrupción por ‘fabricar’ facturas para repartirse cobros ilegales) la exdiputada del PP Ana Torme relató de forma pormenorizada en junio de 2015 ante la Fiscalía de Valladolid el entramado empresarial para el cobro de trabajos presuntamente inexistentes del exdiputado del PP Vicente Martínez Pujalte que consta en una denuncia que el Ministerio Público ha presentado contra éste por los delitos de falsedad y cohecho en un juzgado de Valladolid.
Los hechos denunciados por Torme han sido investigados desde entonces por la fiscal jefe de Valladolid, Esther Pérez Jerez, quien presentó denuncia el 25 abril 2016.
En su escrito narra que ha sido diputada del Congreso entre 1996 y 2008 y que en el momento de la denuncia era senadora del Grupo Popular, razón por lo que tuvo contacto con varios diputados.
Según Torme, Pujalte le propuso asociarse para poner en marcha una empresa de asesoramiento, en principio para gestionar los derechos de autor de «un grupo de músicos amigos suyos», al los que llegó incluso a presentar. La empresa Sirga XXI se constituyó el 22 de octubre de 2008.
Además de la gestión de los derechos de autor, Torme afirma que Martínez Pujalte le propuso incluir en el objeto de la sociedad la prestación de servicios de consultoría y asesoramiento fiscal, económico, financiero y jurídico, y que él asumiría el papel de presidente y ella el de secretaria.
En su denuncia, Torme señaló que el trabajo de captación de clientes fue asumido por el exdiputado y que entre los servicios profesionales aparecieron estudios para la Confederación de Empresarios de Badajoz, asesoramiento a la empresa Corporación Llorente S.L. -entidad con renombre en Valladolid-.
Según los datos obrantes en la denuncia, Sirga emitió factura a Corporación Llorente el 27 de noviembre de 2008 por importe de 15.000 euros, y a ella no se le informó de que se trababa de un contrato mensual, cosa que conoció después.
JORDI SEVILLA COBRÓ DE SIRGA XXI
Vicente Martínez Pujalte, veterano dirigente del Partido Popular y diputado desde 2003, cobró a través de su empresa Sirga XXI 48.563,84 euros de la editorial Aranzadi por un libro titulado ‘Pasado, presente y futuro de las Cajas de Ahorro’ y repartió el dinero entre los coautores Luis de Guindos (actual ministro de Economía), Jordi Sevilla (ex ministro socialista de Administraciones Públicas entre 2004 y 2007), Luis Linde (actual Gobernador del Banco de España) y Emilio Ontiveros (catedrático de Economía y gurú financiera).Martínez Pujalte seguía captando otros clientes y subcontrató a Miguel Marín Cozar, quien luego se incorporaría como socio a Sirga XXI, y asesoró entre otros a Marcenado Economistas S.L y Mind Talent Selectión S.L. En el año 2011 la labor se ampliaría a Karistia S.L. y a Scardovi, las empresas de Pedro Gómez de la Serna y Gustavo de Aristegui, exdiputados del PP investigados en la Audiencia Nacional.
«Al resto de empresas no las conozco personalmente, ni me he reunido con ninguno de sus dueños, representantes o empleados en ninguna ocasión, ni he realizado ningún trabajo para ellas, a excepción de los informes sobre iniciativas y proyectos legislativos realizados por encargo de Vicente Martínez Pujalte para Creex, y CES de Extremadura», explica Torme a la fiscal-jefe, tal como queda reflejado en el escrito.
Sobre sus retribuciones, Torme aseguró que Martínez Pujalte obtuvo en 2008 los 15.000 euros que procedían de Corporación Llorente porque él fue quien realizó la prestación profesional. Para evitar confusiones, se estableció que, dados de alta como autónomos, recibirían una retribución por dirigir la empresa y el exdiputado otra más por los servicios profesionales que prestara personalmente.
En el año 2009 Torme ella percibió un sueldo de 19.956 euros, mientras que en atención a su doble cometido Martínez Pujalte se embolsó 40.880. El reparto en 2010 fue de 27.456 euros para Torme y 65.706 para Martínez Pujalte, mientras que en 2011 el reparto fue de 35.380 para la primera y de 96.456 euros para su socio.
Tormé decidió abandonar el proyecto en 2011 «viendo que la empresa estaba en manos» del exdiputado, por lo que vendió sus participaciones en noviembre 2011 de dicho año por 5.250 euros.