Ignacio Camacho en ABC ve a una derecha "incapaz de rescatarse a sí misma"
Jaime González desmontaba magistralmente el catálogo de Ikea de Podemos cuando la encuesta del CIS que certificaba el zarpazo de Podemos al PSOE cayó como una bomba sobre el plató del ‘Más Claro Agua’ de 13TV este 9 de junio 2016. ¡Cuerpo a tierra!, grité con pavor buscando la salida de emergencia.
Cristina Alberdi y Nieves Herrero se miraban incrédulas. Carmelo Encinas, imperturbable, mantenía la calma: «Es solo una encuesta» y González le ponía flores a la tumba de Pedro Sánchez. «Este CIS le conviene al PP», dijo alguien. «Si creen que les conviene, es que están jugando a la ruleta rusa», respondí.
Al PP la estrategia del miedo no le ha funcionado. Han alimentado a un Frankestein catódico que amenaza con devorarlo todo. Y eso, con los datos del CIS, en la mano, empieza a preocupar en un sector de Génova. Otro, comandado por Jorge Moragas, no está preocupado y cree que bipolarización del debate sí hará crecer al PP.
Si Podemos da miedo, no es tanto por su delirante programa económico, sino porque su coalición con Izquierda Unida ha demostrado ser a prueba de balas.
El cuco comunista no da ningún miedo al votante de izquierdas. El CIS detecta un monumental baile de escaños en 27 provincias de las 52 donde los comunistas ganan hasta 17 restos mientras quel PSOE pierde hasta 13. –El CIS lleva a la izquierda a La Moncloa–

Hermann Tertsch coincide con este análisis en ABC: «Hace falta terror para conseguir unas migajas de escaños para quienes han estado sobrados de ellos cuatro años. Lo que haría falta son figuras con grandeza y épica para batirse en campaña con la horda totalitaria».
Ignacio Camacho también en ABC ve a una derecha «incapaz de rescatarse a sí misma y que encima espera que le ceda su salvavidas un náufrago», en referencia a Pedro Sánchez. –«La derecha es incapaz de rescatarse a sí misma y espera que el PSOE le ceda el salvavidas»–
La polarización ideológica ha sido poco rentable para el centro-derecha y muy buen negocio para la extrema izquierda: sube apenas medio punto pero pierde escaños y lo mismo le pasa a Ciudadanos. El PP se aleja de la mayoría necesaria para gobernar.
Ronda de consultas en agosto, con Pablo que se ve ya presidente. pic.twitter.com/ZDFpqoF5gq
— Pastrana (@JosPastr) May 7, 2016
En la república populista de mi casa, Íñigo Errejón pide mantener la cabeza fría: «A quien hay que ganarle las elecciones es al PP». Esa es la razón por la que Carolina Bescansa ni le dirigió la mirada a Margarita Robles en el debate de candidatas de Antena 3. Para «sacar del Gobierno al PP» será imprescindible «un pacto de la izquierda», repite el argumentario de Podemos con miradas cariñosas al PSOE.
A Rajoy esto no parece preocuparle: en una entrevista en Telecinco Pedro Piqueras le preguntó si esperaban un resultado algo mejor, a lo que el presidente en funciones respondió quitándole hierro al asunto y vaticinando «más apoyos» que los que les da el CIS.
Alguna pullita a Podemos –es una opción «extremista y radical» que, de llegar al poder, haría que «las cosas derivaran a lo que pasa en Grecia»– y poco más. Piloto automático para atravesar una tormenta.
El Mundo titula que el CIS dibuja una España ingobernable. No es verdad. El PSOE volvería a tener la llave de Gobierno, tanto como si se abstiene para que gobierne el PP con Ciudadanos [una opción a la que se abrazan en Génova como a un clavo ardiendo] como si el sonámbulo Pedro Sánchez decide hacer puenting pactando con Podemos. Hagan apuestas. –Sueños, fantasías y mucha cara en el cacharrazo del PSOE en el CIS: «No me creo que bajemos, ni que estén insatisfechos con nosotros»–

