En el equipo de campaña de Génova insisten en que no es posible que todos los escaños que están dependiendo de un puñado de votos, es decir, todos los restos, vayan a parar a la coalición de Unidos Podemos
Como si fueran los doce apóstoles de las Sagradas Escrituras, el Partido Popular cree que la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicada el 9 de junio de 2016 le ha ‘birlado’ o le ha ‘ocultado’ una docena de escaños esenciales para darle la vuelta a la foto fija propuesta en ese sondeo –CIS: El PP será el partido más votado y Podemos confirma el ‘sorpasso’ al PSOE-.
Este 11 de junio de 2016, La Razón, haciéndose eco de un estudio de NC Report que ha escudriñado hasta el fondo los datos ofrecidos por el CIS, considera que a la formación de Mariano Rajoy se la ha castigado soberanamente puesto que, curiosamente, pese a que obtendría más votos, perdería de dos a cinco diputados respecto a los resultados del 20 de diciembre de 2015.
La dirección del PP se aferra a la idea de que mejorará al alza las cifras que les da el CIS y sigue convencida de que conseguirá mejorar sus resultados de diciembre. La idea de rebasar el 30 por ciento de los votos parece una quimera de acuerdo con el sondeo que se conoció el jueves, aunque sea la barrera necesaria para garantizarse una investidura con la aquiescencia de socialistas y de Ciudadanos.
Si la izquierda suma más que el centro derecha, será aún más difícil que el PSOE y Ciudadanos les faciliten el gobierno. En el equipo de campaña de Génova insisten en que no es posible que todos los escaños que están dependiendo de un puñado de votos, es decir, todos los restos, vayan a parar a la coalición de Unidos Podemos y a sus confluencias. Y fían todas sus esperanzas a esa bolsa de un 30 por ciento de españoles que no tiene aún decidido su voto. Hacia ellos dirigirán sus mensajes de campaña para que funcione el voto útil a su favor.
Según el cálculo que hace NC Report para el diario La Razón, si el PP consiguiese movilizar a los electores que dudan entre apoyar a Ciudadanos o a Rajoy, estaría colocando de su lado más de 630.000 papeletas. Esto llevaría al partido de Rajoy hasta el 32,1 por ciento de los votos y los 135 escaños, tomando como referencia el último ‘tracking’ de NC Report del 6 de junio de 2016 –SONDEO DEL ‘CIS’: Las cinco provincias españolas donde habrá vuelco electoral-.
Si en un contexto político tan excepcional como éste la campaña de Rajoy fuera eficaz para movilizar a los que dudan entre PP y Ciudadanos y entre PP y PSOE, entonces el PP podría superar los 8.200.000 votos. Y obtendría el 33,5 por ciento de los votos y hasta 140 escaños. En el último ‘tracking’ la intención de voto a favor del PP alcanzaba la cifra de 6.986.000. Todos estos cálculos consideran un nivel de participación para el 26-J como el del 20-D, es decir del 73,2% del censo electoral.
De anteriores procesos electorales y encuestas realizadas se conoce que el electorado tiende a exagerar el porcentaje de los que votarán. Si se incluyen los factores de corrección, los electores indecisos entre PP y PSOE alcanzan los 592.630, el 9,4 por ciento. Entre PP y Ciudadanos, hay 630.457, el 10 por ciento. Mientras que entre PSOE y Ciudadanos, 561.107, el 8,9 por ciento. Y entre el PSOE y la coalición Unidos Podemos, hasta 775.462, el 12,3 por ciento.
