Para no tener que pasar por el enorme rubor de decirle a los ciudadanos que se han equivocado dos veces en un año y a ver si a la tercera aciertan a la hora de votar
El expresidente Felipe González aportó este 9 de septiembre de 2016 otra reflexión al bloqueado panorama político español: que ninguno de los cabezas de lista que se presentaron a las pasadas elecciones repita en caso de celebrarse una tercera contienda electoral. Así lo manifestó González en Santiago de Chile.
«Si nos llevan a unas terceras elecciones, les pediría a los cabezas de lista que no se vuelvan a presentar», declaró González a la prensa tras pronunciar una conferencia titulada Crisis de la Gobernanza de la Democracia Representativa.
El exsecretario general del PSOE dijo que los candidatos no deberían presentarse «por su propio beneficio, para no tener que pasar por el enorme rubor de decirle a los ciudadanos que se han equivocado dos veces en un año y a ver si a la tercera aciertan a la hora de votar».
González añadió que si una fuerza política no tiene la capacidad para formar Gobierno, «tampoco debe impedir que se forme [por otro partido]».
Y apostilló: «El camino de la abstención es lo razonable».
La opinión del expresidente del Gobierno contrasta con la postura oficial de su partido, cuyo Comité Federal ha aprobado votar en contra de la investidura de Rajoy. «Yo creo que no debe haber terceras elecciones. ¿Cómo lo van a hacer los líderes políticos? Mejor no digo cómo creo que hay que hacerlo, porque seguro que no lo harán», se respondió a sí mismo González.
«No estoy de acuerdo con lo que está pasando, en general», comentó el expresidente al ser preguntado por la negativa del candidato y actual secretario general de su partido, Pedro Sánchez. «Él hizo lo que tenía que hacer en marzo, cuando el candidato del PP renunció» a someterse a una votación de investidura.
Sin embargo, a juicio de González, «en democracia no vale decir ‘yo sólo pido que me dejen gobernar'», como plantea Rajoy.
En su momento, tras el 20-D, González ya afirmó que «los partidos deben asumir la responsabilidad, si no pueden formar Gobierno, de no impedir que otros lo formen», palabras que se interpretaron como un apoyo a las posturas abstencionistas en el caso del PSOE.
El expresidente socialista ha manifestado en los nueve meses transcurridos desde las elecciones del 20-D diferentes opiniones.
La semana pasada planteó la opción de que el PP aparte a Mariano Rajoy y presente a otro candidato si fracasa en la investidura.
«El partido más votado presenta un candidato que es el más vetado», llegó a decir.
Posteriormente, valoró la presión «casi en forma de chantaje» que estaba sufriendo el PSOE por mantener su negativa a Rajoy.
Recordó que en la pasada legislatura el PP «votó en contra junto a Podemos» de la única opción de Gobierno, en alusión al pacto entre PSOE y Ciudadanos.
También apoyó, en agosto, la decisión de Rivera de votar a favor de Rajoy: «Es el primer acto de responsabilidad política que ha habido desde las elecciones».
