Los podemitas gallegos siguen quemados con las decisiones unilaterales de su líder

La reveladora carta de críticos de Podemos a Iglesias: «Eres un contumaz dictador»

"¿Cómo has podido hacer esto llegar al extremo de ningunear voluntades a golpe de dedo y teléfono móvil?"

No tiene desperdicio. Los podemitas gallegos que no comulgan con las decisiones adoptadas por Pablo Iglesias en su comunidad autónoma, comenzando evidentemente con la confección de las listas para las elecciones del próximo 25 de septiembre de 2016, le han dirigido una misiva en la que le dicen absolutamente de todo.

Al líder de Podemos no sólo se le ha abierto en canal la guerra con los errejonistas, sino que tiene ahora otro foco abierto con los podemitas gallegos que están a un paso de mandarle a freír gaitas –Iglesias y Errejón se enfrentan en Twitter por la estrategia política de Podemos-.

Así arranca la carta:

Permita que en lo sucesivo le pueda tutear. Quizás el mero hecho de preguntarlo entre gente afín sería ridículo, pero este texto concentra el sentimiento colectivo de mucha gente de Galicia, incluso diría que de la diáspora, traicionados por el devenir de los acontecimientos dentro de un partido político del cual creían formar parte.

Quizás el máximo exponente de todos estos hechos seas tú, es por ello que incluso me permitiré erigirme como la voz de tu conciencia, aquella surgida de todas las voluntades de cambio que llegaron para aglutinarse alrededor de un proyecto que perseguía consolidar el movimiento 15M, que no secuestrarlo y despojarlo de toda esencia.

Le recuerdan que:

Este proyecto se desvirtuó desde el mismo instante que en Vistalegre fuiste coronado Emperador, sí, líder supremo, porque mucha gente depositó en ti una responsabilidad, que con el tiempo ha demostrado ser poder, ese que excepcionalmente no corrompe al ser humano. Porque su uso requiere de unas dotes que trascienden a las del brillante estudiante, notable comunicador o impertinente activista. Quizás aquellos Estatutos no eran fruto de la casualidad ni estaban dotados de un espíritu democrático, fue una duda que quedó flotando en el ambiente, aunque a día de hoy muchos piensan que se ha disipado.

Y se preguntan que qué queda del Pablo Iglesias primitivo:

¿Qué queda del Pablo original? ¿Ha existido alguna vez? ¿Realmente ha sido motor del cambio o el sistema lo ha cambiado a él? Solo se vislumbra a un contumaz dictador, que hace y deshace a su antojo, encerrado en personalismos ya vistos antaño, en épocas tanto o más oscuras. No pienses que eso no es cierto, no, tampoco justifiques nada en base a cargos orgánicos, porque a partir de ellos asoma el precipicio que os separa de las bases, y eso es responsabilidad de todos vosotros.

Tampoco intentes porfiar que iniciativas como activa tu círculo sean remedio de nada, porque cuando esto comienza a ser una historia ya escrita, la de la verticalidad, la manipulación, el engaño, los personalismos y la imposición, todo comienza a resquebrajarse, y recuerda que soy tu conciencia aglutinando sentimientos; cuando eso sucede, tu castillo de naipes se desmorona, toda esa gente esperanzada que depositó en ti una responsabilidad, se diluye como si, de nuevo, emprendiesen el camino de vuelta a casa tras escucharte aquel 31 de Enero de 2015 por las calles de Madrid. Solo que en este caso ellos parten por un lado y su ilusión yace inerte en el suelo. Y si no has reparado en ello, ya no te queda nada, no tienes alforjas para tan largo viaje.

Le acusan de haber arrinconado la ilusión que se había generado con el proyecto:

¿Cómo has podido pensar que esto se podría ganar sin el arma que podía generar el cambio? Has arrinconado la ilusión, no ha hecho falta nadie más que tú. Fíjate en Galicia, has defenestrado a un miembro nato de la Ejecutiva Nacional por medios no recogidos en los Estatutos, y después has servido en bandeja a tu partido a aquellos que tras cuarenta años son incapaces de estructurar una izquierda sensata en Galicia. Cuanto politólogo de nuevo cuño que, alimentando sus egos y los de sus compañeros, ha creído ser la panacea atrincherado en la Complutense y en un estudio de televisión; has partido con tus compañeros a la caza de una alternativa y, tras destruir todo a vuestro paso sólo habéis conseguido reclutar fósiles políticos reciclados, conocidos y trepas; has creado franquicias políticas en la periferia y reclutado a alguna gente de bien que, supongo, poco durará.

Todo ha sido como un mal sueño, como salir a conquistarlo todo y conseguir nada. Porque sabes que bajo tus pies todo es a imagen y semejanza de tus rivales, al igual que lo saben quienes tienen algún conocimiento del interior de ese monstruo que has creado.

Y sentencian:

¿Cómo conseguirás ahora lograr aquello que tu ceguera te hizo ver alcance de la mano y tus errores mantienen a toda una eternidad? Debes saber que es una tarea titánica, por no decir imposible. ¿Cómo has podido hacer esto llegar al extremo de ningunear voluntades a golpe de dedo y teléfono móvil? Recapacita, un líder que se precie esgrime virtudes, no poderes.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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