Pablo Padilla goza de un escaño en el parlamento madrileño y Rita Maestre es portavoz del Ayuntamiento de Madrid
¿Se acuerda Ramón Espinar de esta frase?:
La situación del 55% de desempleo juvenil y del resto de la gente, que tiene trabajos y los tiene de forma precaria, ganando muy poco dinero, es una situación provocada por una élite política y una élite económica que trabajan juntas en términos de casta para vivir como Dios.
Seguro que sí. La dijo hace dos años y medio en ‘Las Mañanas de Cuatro’ con Jesús Cintora. Entonces, el ahora podemita se presentaba como un joven desempleado, pero sobradamente preparado (según lo que él vendía) y que venía a soltar una bonita perorata en contra de la casta, los sillones y los sueldazos.
Se presentó como miembro de una asociación, Juventud sin futuro, y con el clásico discurso de que había que estar con los más necesitados y que no era de recibo esos sueldos míseros que cobran muchos trabajadores y que los jóvenes estuviesen sin empleo estable.
¿Y saben quiénes integraban, entre otros ‘podemitas caviar’, esa asociación? Ni más ni menos que Pablo Padilla y Rita Maestre, dos auténticos expertos en vender un discurso victimista, pero al mismo tiempo ávidos en colocarse en puestos de relevancia.
Espinar, que acusaba a los políticos de «vivir como Dios», le ha debido coger el gusto al asunto porque compagina su puesto de diputado en la Asamblea de Madrid con el de senador.
Pablo Padilla goza de un escaño en el parlamento madrileño y Rita Maestre, que de joven sin futuro y ‘asalta capillas’ vocacional, ha pasado a ser la portavoz de un Ayuntamiento como Madrid gracias a los oficios del populismo sectario de Manuela Carmena.
Quizá como Dios no viva, básicamente porque estos son más ateos que la momia de Lenin, pero está claro que ya no son esos jóvenes sin futuro. Ahora tienen un presente contante y sonante. ¡Cómo hemos cambiado!