Para las elecciones de junio el PP no encargó las encuestas a Arriola como de costumbre, sino a Sigma Dos
Lo revela Ana Isabel Martín en ‘ESdiario‘ este 14 de octubre de 2016: «Pedro Arriola está definitivamente de capa caída».
Pocos nombres en el Partido Popular tienen una leyenda negra tras de sí tan larga como la que tiene Pedro Arriola (El contundente dossier contra Pedro Sánchez que Pedro Arriola frenó en seco).
El gurú de gurús, primero de José María Aznar y después de Mariano Rajoy, está de capa caída después de casi tres décadas de servicio al partido (Rosa Díez: «Arriola hizo crecer a Podemos hasta que se les fue de las manos»).
Bien remunerado, eso sí. Aunque sus honorarios hayan sido siempre uno de los secretos mejor guardados (el periodista Graciano Palomo los cifró en 600.000 euros anuales en su libro Pedro Arriola, el Brujo) (Bárcenas afirma que hasta Pedro Arriola cobró en negro en el PP).
El controvertido sociólogo, el hombre que se atrevió a rebajar a la categoría de «frikis» a un partido -Podemos- que ha puesto en jaque al PSOE, tiene cada vez menos cabida en este PP, por no decir ninguna. Y cada vez menos amigos y más detractores en él. Además Rajoy, su principal defensor durante mucho tiempo, ya apenas cuenta con él.
Para las elecciones de junio el PP no encargó las encuestas a Arriola como de costumbre, sino a Sigma Dos
De hecho en las elecciones de junio los populares decidieron por primera vez prescindir de sus caras encuestas, con las que se ha hecho de oro en estos años, y encargárselas por contra a Sigma Dos, según fuentes populares consultadas por ESdiario. Se trata de la empresa demoscópica que elabora los sondeos para El Mundo y que ya había hecho algunos trabajos para el PP en los anteriores comicios, los de diciembre de 2015.
El punto de inflexión
Pero sin duda el punto de inflexión se produjo en el fallido debate de investidura de Rajoy, para el que Arriola trabajó codo con codo con él una vez más.
Muchos populares culparon directamente al asesor áulico del discurso gris y desapasionado del entonces candidato, que no sólo dejó fría incluso a la bancada del PP sino que concitó las críticas de casi toda la prensa de derechas. Aquel error escoció mucho.
Ése ha sido hasta la fecha el último trabajo de Arriola para Rajoy. Antes, además de sus famosas encuestas y análisis para el PP, los principales discursos del presidente llevaban la firma del sevillano.
Ahora ya no. En este año sólo ha trabajado en dos discursos del líder de los populares, el de las investiduras fallidas, la de Pedro Sánchez y la suya propia.
En el entorno del presidente en funciones dan por sentado que éste, como hombre de costumbres que es, volverá a pedir consejo a Arriola para el discurso de investidura de finales de octubre, si es que llega a producirse (dependiendo como depende del PSOE no las tiene todas consigo). Pero poco más. Sus días como súper gurú del Partido Popular se han acabado.
