Lo de esta gente de Podemos es una cosa que no hay quien se aclare. Hacen una estrategia que eso sí, si el objetivo era despistar, confundir o directamente, tomarse todo a coña, les sale a las mil maravillas–Pablo Iglesias intensifica la campaña contra ‘El País’ como estrategia política–.
¿No habíamos quedado que, según las tesis de Iglesias y sus acólitos, los medios del grupo Prisa eran lo que ellos mismos denominaron #LaMáquinaDelFango y que Juan Luis Cebrián era el mismísimo demonio?–Para Pablo Iglesias la culpa de que Espinar especulase con un piso de protección oficial es… ¡del mensajero!—
Los aparatos de Cebrián a saco en nuestras primarias, como en el PSOE. Aquí votamos en libertad #MaquinadelFango https://t.co/sw8lfnIQBA
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 2 de noviembre de 2016
Recordemos que desde que la Cadena SER destapase el chanchullo del pisito de Ramón Espinar el sector oficialista del partido morado puso a todo el grupo Prisa en su punto de mira, al que acusaron de interferir en sus procesos internos.
Pues bien, cualquiera diría que eso hubiera pasado en la prehistoria política pero no, solo han pasado semanas. Y una vez amarradas las primarias de Madrid para sus intereses, ya nadie se acuerda de máquinas ni de fangos.
Adivinen a donde ha acudido Alberto Garzón, que desde que fusionó Izquierda Unida con Podemos pretende ser más papista que el Papa, perdón, más pablista que Pablo, a sacudirle una somanta de palos al pobre Iñigo Errejón. Exacto, al diario El País que dirige el no menos malvado Antonio Caño.
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Continuando con el símil podemita, una vez en en Miguel Yuste Garzón sí que ha removido fango contra Errejón. Lo ha puesto tibio. Le pregunta la periodista Elsa García de Blas por las críticas que el propio Garzón lanzó en su día contra el discurso de populista antes de aliarse con ellos. Y responde Garzón:
Yo soy absolutamente crítico, antes y después, con el discurso y estrategia política del populismo de izquierdas. Es una estrategia que dice que para llegar a la gente hay que moderar el discurso. Hablar de cosas que no ofendan para intentar ganarse a la mayoría.
Gente como [Gaspar] Llamazares, cuando gobernaba IU, mantenía una posición muy similar. De aproximación al PSOE… Las conclusiones son las mismas.
Íñigo Errejón tiene una estrategia con fundamentos teóricos distintos de los que tenía [Santiago] Carrillo, pero las conclusiones se parecen mucho. Ahora se llama estrategia populista, antes eurocomunismo.
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Y a la siguiente ya lo remata:
Yo no estoy de acuerdo con las tesis de Errejón, con sus fundamentos teóricos en general, no me agrada que eso sea la línea dominante, no digo solo en Podemos, sino en la izquierda en general.
Creo que tenemos que ser una izquierda radical, que va a la raíz de los problemas, que no se esconde a la hora decir lo que piensa, y que plantee una ruptura democrática. Somos conscientes de que la construcción de un nuevo espacio político esta condicionada por lo que ellos decidan.
Yo no me meto en las peleas internas, pero es evidente que quien gane tiene un proyecto político. Si no coincide con el nuestro, se bloqueará la construcción de ese espacio político y, a lo mejor, se queda en una colaboración parlamentaria, o implosiona, o IU construye un espacio político con mucha otra gente y con Podemos fuera.