Le ha dado en todos los morros a Pablo Iglesias por permitir que en Podemos exista una doble vara de medir o, mejor dicho, un doble discurso. De puertas para afuera, palos a los corruptos, pero internamente se permiten y se toleran actitudes como las de Ramón Espinar y el negociete de su piso de protección oficial.
Un jubilado de 67 años, afiliado de Podemos y entregado voluntario en todas las iniciativas del partido morado, ha subido una contundente y despiadada carta a la web de participación pública Plaza Podemos donde advierte severamente que está por darse de baja del partido –¿Debería avergonzarme y darme de baja de Podemos?-. Arranca así:
Estoy en Podemos desde antes de las elecciones europeas, estoy inscrito, pago mi cuota mensual, participo en los crowfundings y en los minicréditos electorales, he sido apoderado y miembro cofundador de un Círculo y hago proselitismo podemista entre mis familiares, amigos y conocidos…, pero algo me inquieta sobre todo a partir de los últimos acontecimientos. Un senador de Podemos se plantea ahora que quizás cuando era joven debería haber vendido su piso por menos dinero que lo que la Comunidad de Madrid legalmente le permitía, dando a entender que aunque completamente legal le faltó algo de comportamiento ético. Un diputado aragonés de Podemos vende apresuradamente unas acciones de Telefónica que tenía por ahí olvidadas como si también su comportamiento fuese poco ético… ¿dónde está el listón ético en Podemos?, ¿dónde ponemos ese listón?
Explica que:
Pues bien yo con mis 67 años y como fruto del trabajo, sacrificios y ahorro de todas dos vidas, la de mi mujer y la mía, tenemos algunas acciones, tenemos un plan de pensiones privado, tenemos dos viviendas y para colmo de falta de «comportamiento ético», como maestro funcionario, he disfrutado y disfruto de una sociedad médica privada y además ¡oh maldad!, a la vejez juego al golf. ¿Caben mayores pecados capitalistas y comportamiento antiético? ¿Debo avergonzarme como parece que lo hacen nuestros cargos electos? ¿Debería rápidamente malvender todo para cumplir éticamente con el listón que parece poner Podemos? ¿O debería darme de baja de Podemos? Nada de esto parece casar con Podemos y su exigencia ética. ¿Entonces?
Insiste en los motivos que le han hecho afiliarse a Podemos:
Estoy fundamentalmente en Podemos porque es el instrumento político que mejor defiende una sociedad más justa, más equitativa y más igualitaria, porque es el partido político que más se preocupa por la gente que lo está pasando mal, que lucha por impedir los desahucios y todo tipo de pobreza y de exclusión social, porque es el partido que luchará contra los privilegios de las clases dominantes y que hará, cuando gobierne, que cada uno cotice, por justicia y no por miedo, según sus ganancias y según su patrimonio. Y mientras ésta sea el alma de Podemos seguiré aquí anclado, seguiré aquí mientras la «transversalidad» se respete y se fomente entre nosotros y no se exija que todos seamos anticapitalistas, marxistas, y anti no sé cuántas cosas.
Y subraya:
Fui votante socialista y entusiasta seguidor del ahora impresentable y nefasto Felipe González. ¡Por favor, no nos empujéis otra vez al insensible, acomodaticio y pasota PSOE!¡Quiero una sociedad más justa, equilibrada y por lo tanto más feliz, quiero y lucho por un Podemos ganador y para eso es absolutamente necesario una base social más amplia, más solidaria, más interclasista, más traversal, sin dar miedos ni fobias,…y si no, me temo que ocuparemos el papel secundario de una izquierda tradicional sin apenas influencias en la mejora de la vida de los más necesitados, y además por el camino habrá habido un goteo de bajas que cada día nos hará más débiles y menos necesarios. ¡Sin sectarismos, sin exclusiones, ampliando nuestra base social …y a ganar!
