El presidente Rajoy ha comparecido este viernes 30 de diciembre de 2016 en el Palacio de la Moncloa para hacer un balance de 2016, «el año de la incertidumbre y de los sobresaltos políticos», como lo ha definido.
Rajoy ha asegurado que está dispuesto a agotar la legislatura y que puede ser fructífera si todos los partidos están dispuestos a ceder para llegar a acuerdos y evitar así que el Congreso sea «un páramo estéril de filibusterismo parlamentario».
El dirigente del PP subrayó así que, pese a los problemas a la hora de negociar los próximos Presupuestos Generales del Estado y pese a las intenciones de varios partidos de la oposición por derogar leyes del anterior mandato, su deseo es llevar la legislatura hasta el final:
Yo no quiero adelantar las elecciones, como no quería repetir las elecciones ni convocar unas terceras
Habló mucho de Cataluña:
No se puede hablar de incumplir la ley, porque todos estamos sometidos a ella. Quiero que Carles Puigdemont y los independentistas en general dejen de dar pasos en la mala dirección, porque eso no lleva a ningún sitio.
Hablar siempre es bueno, y más de los asuntos importantes. En la Conferencia de Presidentes autonómicos, convocada en el Senado para el 17 de enero, hay previstos muchos asuntos también relevantes para el interés de los catalanes y de lo que le importa a la gente
Preguntado por la posible reforma de la Constitución, el mandatario gallego ha respondido que él no cree que solucionara nada, a no ser que estuviera en cuestión la unidad de España:
Ningún presidente del Gobierno va a aceptar la liquidación de la soberanía nacional y la unidad de España