Miguel Urbán, eurodiputado y líder de la tercera vía o familia podemita, los autoproclamados como Anticipalistas, no ha querido participar de la bochornosa disputa entre Iglesias y Errejón, durante estas navidades.
Urbán está convencido de que esta «bronca» mediática, genera desafección y desilusión, entre sus cada vez, menos simpatizantes. Alguien pensó que dividiendo sumarían y restando multiplicarían, y claro, se equivocó.
Miguel Urbán cree que es una pelea de patio de colegio, y le da igual si Pablo e Íñigo se llevan bien o no, según ha manifestado en unas recientes declaraciones a Europapress, es decir, que los llama NIÑOS con todas las letras pero sin la palabra. Al eurodiputado, situado más a la izquierda posible de Podemos, le preocupa que la disputa sea por los sillones y cargos.
Todavía es un misterio o un secreto, cuál será la posición real de los Anticapitalistas en el congreso de Vistalegre 2, previsto para el segundo fin de semana de febrero, y aunque son la familia minoritaria dentro del partido, no dejan de tener razón en sus planteamientos, lejos de las afirmaciones apocalípticas de Monedero, que no entiende a Podemos sin Iglesias; «El líder por encima de todo».