El gallinero en el que está confinado el exnúmero dos de Podemos, Íñigo Errejón, debe tener tan mala acústica con el resto del grupo parlamentario de Pablo Iglesias que hasta tampoco llegan las consignas del líder morado.
La última astracanada que se ha vivido en el seno de la formación populista tiene que ver con el comunicado de la Asociación de la Prensa de Madrid denunciando las presiones a varios profesionales por parte de cargos relevantes de Podemos.
Errejón, tal y como cuenta la sección ‘El Submarino’, de La Razón, era de los que se inclinaron por tener una reunión con la directiva de la APM y así poner punto y final al cisma abierto con ese acoso a los periodistas.
Sin embargo, desde el bando de Pablo Iglesias no solamente hubo un rebote con Errejón, sino que además se le despreció con un sonoro:
Íñigo está a por uvas
El entorno del número uno de Podemos no está por la labor de mantener, al menos a corto plazo, un encuentro con representantes de la APM.