Pablo Iglesias se ha quedado sin 'balas'

El CIS hace trizas el sueño-pesadilla de Podemos

El 'Coletas' se lleva de vacaciones una inquietante radiografía para su partido y su liderazgo

El CIS hace trizas el sueño-pesadilla de Podemos
Pablo Iglesias con sus perros. PI

Sánchez e Iglesias pactan una pinza de perdedores contra el PP, en la que Podemos queda subrodinado al PSOE

Hace año y medio, en febrero de 2016, Pablo Iglesias tuvo España en sus manos. Le hubiera bastado apoyar en el Parlamento la investidura de Pedro Sánchez, que acaba de cerrar un pacto de gobierno con Ciudadanos, para meter en la Moncloa al líder socialista, jubilar a Mariano Rajoy y mandar al paro centenares de dirigentes populares.

La jugada habría convertido ipso facto a Podemos en la única oposición de izquierdas, hecho saltar en pedazos al PP, donde las peleas internas, las luchas por cargos y el afloramiento de contradiciones hubieran sido inevitables, y controlado desde el Congreso la agenda nacional.

En lugar de eso, con una miopía política de aurora boral, cegado por su inmensa vanidad y sin criterio, optó el pretencioso de Pablo Iglesias por forzar nuevas elecciones, convencido de que Podemos daba el ‘sorpasso‘ al PSOE y que él se convertiría en presidente del Gobierno.

Hubo nuevos comicios, el PP aguantó el tirón, Rajoy sacó más votos y renovó mandato en minoría.

¿Y qué tiene ahora Pablo Iglesias? Por lo pronto, un serío problema y cada día menos posibilidades. Ni opciones de ‘sorpaso’, ni prosibilidaddees de desalojar a Rajoy, ni hegemonía en la izquierda, ni nada por el estilo.

En apenas seis meses, la nueva estrategia alumbrada por Pablo Iglesias tras la Asamblea Ciudadana de Vistalegre II se ha demostrado fracasada. Ni tampoco la sustitución de Íñigo Errejón por Irene Montero, como rostro visible del partido en el Congreso, parecen haber ayudado.

Pero, sobre todo, a juzgar por los más que relevantes datos ofrecidos este 4 de agosto de 2017 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), lo que parece que no le funciona a Iglesias es la estrategia del ruido, sobre todo en los meses en los que ha tenido libre el espacio de la izquierda, enredado el PSOE como estaba en sus cruentas guerras internas. Y con el Gobierno y el PP atravesando sus mayores dificultades, con la presencia del propio presidente en la Audiencia Nacional.

Como subraya Javier Ruiz de Vergara en ‘Esdiario’ este 5 de agosto de 2017, la primera y más dolorosa conclusion para el ‘Coletas’ y sus compinches de la dirección morada, el sondeo -las notas del verano a los partidos- deja a Podemos por debajo de los porcentajes de voto que obtuvo el 26-J.

La encuesta le concede un 20.3% de intención de voto, frente al 21,1% que obtuvo en las generales. No sería mayor problema, si en este medio año Iglesias no hubiera desplegado toda una serie de iniciativas destinadas justamente a lo contrario: relanzar su marca y ampliar su espacio.

Primero, la purga interna para hacer la estrategia de oposición al PP a su medida. Después, cuestionadas operaciones como el tramabús y la denuncia de esa llamada «trama» que sustituyó a la «casta» en el imaginario colectivo de los militantes morados.

En tercer lugar, su apuesta por el ruido en el Congreso contra la estrategia legislativa y política que proponía Errejón.

Y por último, la malgastada bala de oro de la moción de censura que, visto el CIS de este viernes, solamente han rentabilizado los socialistas. Y eso, con una faena de aliño de su portavoz eventual, José Luis Ábalos.

Sin Sanchez en el Congreso y alejado de los focos mediáticos, Iglesias no solamente parece no haber sacado rédito a las luchas preprimarias de los socialistas, si no que el PSOE aparece ahora reforzado ante los electores tras su 39 Congreso Federal.

Y eso que el líder socialista se ha limitado a ofrecer al Gobierno lealtad institucional ante el desafío catalán, negociar con Podemos un paquete de iniciativas sociales y de guiños al electorado más joven, y a acordar con Ciudadanos una reforma constitucional con la Ley Electoral al fondo, para sacar al PSOE del pozo.

Iglesias, que ha basado toda su estrategia de los últimos tiempos en el sorpasso y en erigirse como referente de la mayoría social de izquierdas, tienen pocas bazas que jugar para el próximo periodo de sesiones, toda vez que Rajoy tiene amarrados los Presupuestos Generales y, por tanto, la estabilidad para este 2017.

Sumado al estancamiento de Ciudadanos, parece claro que el bipartidismo se toma un respiro de cara al último semestre del año en el que, además, todos comenzarán a mirar a las urnas autonómicas y municipales de 2019.

En esos comicios se augura una guerra electoral entre PSOE y Podemos, por un lado, y PP y Ciudadanos, por el otro. El CIS de este vienes concluye que, a día de hoy, los primeros suman más que los segundos.

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