La estrategia del secretario general, en tela de juicio

Iglesias asquea a los podemitas llamando traidores a Tania y Errejón

Carolina Bescansa e Irene Montero ambicionan el puesto del niño de la 'beca black'

Al igual que a Ciudadanos se le suelen hacer eternas las campañas electorales, a Podemos se le puede hacer muy cuesta arriba el tiempo que queda para llegar al 10 de febrero de 2017 y que se ponga en marcha el cónclave de Vistalegre.

Las guerras intestinas en el partido morado estallan con la misma frecuencia que un volcán hawaiano y con la misma virulencia que el que arrasó la ciudad de Pompeya.

Tal y como señalan en su artículo en el Huffington Post las periodistas Pilar Portero y Ana Cañil:

La estrategia de Pablo Iglesias de presentar a Iñigo Errejón y a Tania Sánchez como dos traidores, que no han sabido respetar ni la amistad ni el amor del hombre que fue amigo, novio y mentor, empieza a asquear incluso a los otrora amigos del propio secretario general de Podemos. «Pero el victimismo se desgasta. Veremos hasta cuando lo puede utilizar», sentencia un diputado de la organización, harto del juego de estas semanas.

Se asegura que 

solo que el hartazgo es secundario en estos momentos. La cuestión es si entre las bases y en los círculos, a los pablistas les va a funcionar el uso del sentimentalismo y la traición, a los que apela en cuanto puede, para vencer en la pelea por mantener íntegros los poderes del secretario general de Podemos.

Un errejonista asevera que está cansado de la estrategia de Iglesias de convertir esto en un duelo:

Es agotador. Todos los días intentamos no entrar en la bronca, no caer en el barro que los de Pablo están utilizando, pero es muy difícil. Él apela a lo que quiere a Íñigo y a Tania, a la unidad pese a que le han dejado tirado, para después acusarles -en teoría subliminalmente- especialmente a Errejón, de querer convertir Podemos en el PSOE, lleno de baronías y demás. Es un juego sucio.

Y no hay que perder de vista la pelea entre dos gatas como Carolina Bescansa e Irene Montero. Aseguran las autoras que:

Lo que quiere Bescansa es posicionarse, y ser la número dos en cuanto Errejón caiga. Está harta de que la hayan ninguneado, incluso desde que se constituyó el Grupo Parlamentario. No soporta a Irene Montero. Si repasáis sus declaraciones, Carolina menciona a «los informales», pero también a los buenos, y de su boca no sale el nombre de Montero ni una vez. La empatía entre ambas es nula. Y puede que Irene aspire a ser número dos de Pablo, lo cuál ya sería muy fuerte, pero Montero prefiere ser portavoz en el Grupo Parlamentario y que Rafa Mayoral sea el segundo de Iglesias», relata otro diputado de fuera de Madrid, que no sale de su asombro con lo que está pasando «entre tanto inmaduro. En eso tiene razón Carolina, son unos informales».

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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